Me llamó la atención este video que explota literalmente al llegar a la mitad. Porque no se trata solo, como anuncia, de la crisis a todas todas luces insanable que experimenta el capitalismo de los Estados Unidos y que ahora, bajo la gestión de Trump, aceleró la que a todas luces parece una irremisible decadencia tanto del Reino Unido como de la Unión Europea (como informó aquí Montserrat Mestre, tanto en Londres como en París se analiza recurrir a un salvataje del FMI) mientras en Asia el sistema capitalista conserva pujanza, y el país que lleva la delantera, China, es un claro ejemplo de su potencialidad… si se desenvuelve en el marco de una planificación centralizada de un Estado dirigido por un partido comunista al mismo tiempo de masas y de élites, el summun de la meritocracia.
Ya con eso, este video merecería ser visto, pero se trata pero luego se ofrece un cúmulo de informaciones públicas de fuentes serias, informaciones precisas y concordantes que prueban sin márgenes de duda que las élites europeas (a los que se les dice «Bruselas» por la capital belga que es tanto la sede central tanto de la Unión Europa como de la OTAN. Se trata de una avalancha abrumadora que vence cualquier incredulidad: impulsada por Alemania y Francia, la OTAN parece haber decidido una intervención de «voluntarios» de todas las naciones europeas que la integran en apoyo del desfalleciente ejército de Kiev, y se está alistando en todos los órdenes (producción de armas y municiones, previsiones sanitarias yhospitalarias, etc.) para marzo del año que viene.
¿Escucharon? Hay planes en ejecución para que en seis meses un enorme ejército de países de la OTAN entre en combate contra rusos y ucranianos rusoparlantes. Lo que, desde ya, hará que tropas norcoreanas hoy estacionadas en Rusia hagan lo propio. ¿Cómo se podrá entonces evitar el estallido de una tercera (y última) guerra mundial?
Pero volvamos a nuestra realidad cotidiana ¿qué podemos hacer? Lo primero es no imitar a las avestruces y tener esta posibilidad cierta muy presente. Lo segundo, protestar contra los belicistas de todas las maneras posibles. Y, para los argentinos, bregar para que nuestra nación retome su tradicional neutralidad frente a las guerras y se aleje del alineamiento automático con los imperialistas de los Estados Unidos y los genocidas mataniños de Israel,
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