bailoteando solemnemente sobre su cabeza agusanada.
Abajo, siempre muy abajo, el otro ríe, bebe conciencias y vuelve a reír...
se cree vivo en el hoyo... no tiene nada que perder... a no ser que sea su enésima encarnación, o su llave, o su enigmático mandala...
Rotundo mono extraviado entre telarañas cósmicas; a que te caes.
Jamás podrás vencerme
Soy millones de trazos y rayones
girando y girando en puntas de pié
sobre la piel del mundo desplegada
sobre la piel del mundo desplegada
Cuando suene el último rocanrol, cuando te desmorones, serás mi alimento.
Viejo mono articulador del mundo
cuando despiertes
serás nuestro alimento.
Roque Paz
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