16/06/2010
Un hombre llega a una pensión. Saluda a los pibes que paran en la casa de adelante. Entra su bici suspendida en una sola rueda. Antes de abrir el cuarto que ocupa pasa por el baño que comparten todos los inquilinos y se hecha un meo. Sale sin lavarse las manos. Hace demasiado frio.
El plástico de la puerta se ha caido porque la humedad y las cintas adhesivas no se llevan muy bien.
El hombre prende la luz y contempla su obra. No está tan mal. Toma un trago de vino que sobró de la noche anterior. Prende un cigarrillo. Pone su despertador a las seis de la mañana. Deja la diminuta ventana del cuarto abierta. El hombre cree que el lazo de amor disfruta de la noche.
El hombre recibe un llamado. El hombre ama. Ama como puede y busca amar más y mejor. El hombre sabe que el amor es libertad y compromiso, juntos en un equilibrio que busca firmeza.
El hombre escribe
by LaAraÑa
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