Al final tres tristes tigres resultaron ser estos pibes: Gustavo y Adolfo Juliá, hijos del ex Brigadier General, jefe de la aeronáutica menemista, José Juliá; y Gastón Miret, hijo del Brigadier José Miret, ex Secretario de Planeamiento durante la dictadura, cuando el Challenger 604 de la empresa Medical Jet fue interceptado en el aeropuerdo de El Prat de Barcelona.
A nadie debería extrañar este final "anunciado" de un par de muchachotes, hijos dilectos del PODER instrumentado en los noventa bajo el ala protectora del gobierno del "judas" riojano. Época en donde descollaron los grandes negociados, las festicholas y el enriquecimiento raudo de un séquito de adulones, tan promiscuo como nocivo, que desguazó a todo un país de incrédulos que, obnubilados por los placebos neoliberales de entonces, sufrió en carne propia las consecuencias de sus políticas obsecuentes.
A nadie debería extrañar este final "anunciado" de un par de muchachotes, hijos dilectos del PODER instrumentado en los noventa bajo el ala protectora del gobierno del "judas" riojano. Época en donde descollaron los grandes negociados, las festicholas y el enriquecimiento raudo de un séquito de adulones, tan promiscuo como nocivo, que desguazó a todo un país de incrédulos que, obnubilados por los placebos neoliberales de entonces, sufrió en carne propia las consecuencias de sus políticas obsecuentes.
Acostumbrados a los grandes negocios, los hijos del ex Brigadier Juliá, apostaron fuerte y... perdieron.
Esta vez sus trapizondas se malograron vaya uno a saber porqué. Lo cierto es que no fue ésta la única, cuan desafortunada vez. Nadie es tan iluso de pretender ingresar a un aeropuerto europeo, en la primer intentona, 800 kilogramos de cocaína de manera tan desprolija. Pero, como bien dicen los eruditos, no existe el crimen perfecto. Por más que, como en este caso, pretendieran disfrazar el cargamento bajo la fachada de un vuelo sanitario.
Máxime si ponemos a consideración que éstos "nenes" no son perejiles: también son hombres de letras...
Uno podría hilar finito e hilvanar sus historias pasadas (cosa que jamás hizo la justicia). En donde nombres pesados, relacionados al narcotráfico, tráfico de armas, lavado de dinero, etc., etc., etc...., llenaron páginas enteras en periódicos y libros.
Uno podría hacer memoria y recordar a Mozer Al Kassar, a Yabrán, a las valijas de Amira Yoma y a su ex esposo Ibrahim Al Ibrahim (el que no sabía pronunciar ni una jota en castellano pero lo mismo ocupaba un puesto estratégico en Ezeiza), a Gaith Pharaón... Podría ir más lejos y recordar la guerra desatada entre carteles en la provincia de Buenos Aires con la "maldita policía" de Duhalde protegiendo el tránsito y la distribución de la cocaína que se cargó la vida de José Luis Cabezas en un claro mensaje mafioso; y creer que la guerra Menem - Duhalde existió y no fue precisamente una puja por el predominio político.
El Brigadier Juliá (como todo buen funcionario), se hizo rico. Nadie sabe como fundó dos empresas aeronáuticas de servicios en el año 1993: La Medical Jet y Federal Aviation. Convirtiéndose, de la noche a la mañana, en un fuerte empresario dedicado a prestar servicios de traslados aeronaúticos, mayoritariamente al PAMI del nefasto Luis Barrionuevo que supo usufructuar de sus aeronaves para viajar periódicamente a Catamarca y cuyo costo, sobredimensioando como corresponde, fue pagado con los aportes de los jubilados.
Sus hijos (hijos 'e tigre al fin) asimilaron bien sus mañas y prosperaron en los negocios. Uno de ellos, Gustavo, se desempeñó como gerente económico financiero de la entidad de previsión durante el interinato de Duhalde y fue objeto de investigaciones por la Oficina Anticorrupción en el año 2003 por violaciones a la ética pública.
Casi dos décadas de negociados espúreos llegan a su fin en éstos días. Es de esperar que los españoles, tan celosos de la ley como pretenden hacernos creer que son, descarguen toda su furia xenófoba contra éstos tres delincuentes sudacas de alta gama y (como al represor Scilingo en su momento) los condenen a podrirse en una celda común. Y doblo la apuesta: Quisiera creer que a ningún funcionario o abogado taimado se le cruce por la cabeza pedir la extradición para juzgarlos en nuestro país porque bien sabemos el final de la película: Libres y disfrutando de sus bienes malhabidos.
Una última reflexión: ¿Cuándo será el día que los delitos relacionados con el narcotráfico, tráfico de armas y trata de personas sean considerados como DELITOS DE LESA HUMANIDAD?
Esta vez sus trapizondas se malograron vaya uno a saber porqué. Lo cierto es que no fue ésta la única, cuan desafortunada vez. Nadie es tan iluso de pretender ingresar a un aeropuerto europeo, en la primer intentona, 800 kilogramos de cocaína de manera tan desprolija. Pero, como bien dicen los eruditos, no existe el crimen perfecto. Por más que, como en este caso, pretendieran disfrazar el cargamento bajo la fachada de un vuelo sanitario.
Máxime si ponemos a consideración que éstos "nenes" no son perejiles: también son hombres de letras...
Uno podría hilar finito e hilvanar sus historias pasadas (cosa que jamás hizo la justicia). En donde nombres pesados, relacionados al narcotráfico, tráfico de armas, lavado de dinero, etc., etc., etc...., llenaron páginas enteras en periódicos y libros.
Uno podría hacer memoria y recordar a Mozer Al Kassar, a Yabrán, a las valijas de Amira Yoma y a su ex esposo Ibrahim Al Ibrahim (el que no sabía pronunciar ni una jota en castellano pero lo mismo ocupaba un puesto estratégico en Ezeiza), a Gaith Pharaón... Podría ir más lejos y recordar la guerra desatada entre carteles en la provincia de Buenos Aires con la "maldita policía" de Duhalde protegiendo el tránsito y la distribución de la cocaína que se cargó la vida de José Luis Cabezas en un claro mensaje mafioso; y creer que la guerra Menem - Duhalde existió y no fue precisamente una puja por el predominio político.
El Brigadier Juliá (como todo buen funcionario), se hizo rico. Nadie sabe como fundó dos empresas aeronáuticas de servicios en el año 1993: La Medical Jet y Federal Aviation. Convirtiéndose, de la noche a la mañana, en un fuerte empresario dedicado a prestar servicios de traslados aeronaúticos, mayoritariamente al PAMI del nefasto Luis Barrionuevo que supo usufructuar de sus aeronaves para viajar periódicamente a Catamarca y cuyo costo, sobredimensioando como corresponde, fue pagado con los aportes de los jubilados.
Sus hijos (hijos 'e tigre al fin) asimilaron bien sus mañas y prosperaron en los negocios. Uno de ellos, Gustavo, se desempeñó como gerente económico financiero de la entidad de previsión durante el interinato de Duhalde y fue objeto de investigaciones por la Oficina Anticorrupción en el año 2003 por violaciones a la ética pública.
Casi dos décadas de negociados espúreos llegan a su fin en éstos días. Es de esperar que los españoles, tan celosos de la ley como pretenden hacernos creer que son, descarguen toda su furia xenófoba contra éstos tres delincuentes sudacas de alta gama y (como al represor Scilingo en su momento) los condenen a podrirse en una celda común. Y doblo la apuesta: Quisiera creer que a ningún funcionario o abogado taimado se le cruce por la cabeza pedir la extradición para juzgarlos en nuestro país porque bien sabemos el final de la película: Libres y disfrutando de sus bienes malhabidos.
Una última reflexión: ¿Cuándo será el día que los delitos relacionados con el narcotráfico, tráfico de armas y trata de personas sean considerados como DELITOS DE LESA HUMANIDAD?
Roque Paz
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