Revolución es hacer cada día de nuestro pequeño espacio, un lugar digno de habitar
"La Maldita Máquina de Matar" Pinchevsky/ Medina

lunes, noviembre 07, 2011

El ajedrez de lucifer

O el reparto de la torta negra.



Hay rumores de guerra revoloteando sobre las arenas de Irán. Similares a los que preanunciaron lo que iba a suceder, primero con Afganistán e Irak, y más reciente con Libia.
Ahora, la baba del cornudo, comienza a chorrear encima del blanco elegido. Y la excusa, por más perimida y rebuscada que parezca, es siempre la misma: Terrorismo bajo amenaza nuclear, según la óptica marcial de analistas, consejeros y estrategas del reparto global, sustentada con la hegemonía de las armas y la ambición desmedida de aquellos a los que no le tiembla el pulso cuando de apoderarse de los recursos o exterminar pueblos y naciones se trata.
 Por eso es que llama poderosamente la atención que, en este tablero diabólico, todas las incursiones "punitivas" llevadas a cabo por las Potencias mundiales tienen el mismo denominador: El Islam y el petróleo o el petróleo y el Islam ( en el caso afgano la ecuación varió en otro tipo de recursos: El control del gasoducto y el comercio del hachís, que es muy poderoso). También es cierto que existen otro tipo de intereses detrás de este tipo de acciones bélicas: El aniquilamiento del Islam y sus adeptos. Por eso resultaría interesante seguir muy de cerca las jugadas políticas desarrolladas por católicos y judíos en su afán de comprometer a los EE.UU. y sus aliados en una ofensiva contra de Jomeini y sus demonios musulmanes.
Y por lo visto hasta ahora la cosa no les ha ido tan mal, aunque todavía se luche en Afganistán y no se tiene demasiada certeza hacia que sistema gubernamental se se dirigirá Libia, si no logra aunar criterios entre las diferentes tribus que la componen.  Los albos cruzados del norte se  han asegurado, en provecho propio, suficiente "oro negro" para los próximos cincuenta años. Las empresas petroleras estadounidenses asumieron el control total en Irak además de digitar las políticas de sus aliados sauditas. Por su parte, Inglaterra y Francia, no le van en zaga, asegurándose su parte del botín al  bombardear el país africano que culminó con el asesinato del líder libio. Ahora todo indicaría que ha llegado el turno de Israel e Italia. La amenaza nuclear y un odio recíproco tensan el hilo de la mesura y la coherencia entre las partes afectadas. El Gran Ajedrecista se frota las manos picando con su tridente el culo de los "halcones", de los "ultraortodoxos" judíos y el de las empresas petroleras y armamentistas que ya comienzan a calentar sus trebejos para lanzarse nuevamente a la aventura del saqueo. De esta forma los judíos vislumbran el fin del demonio iraní e Italia respira aliviado ante la posibilidad de quedarse con el vital combustible que alimentará a su industria sin importarles la forma o el modo en que los EE.UU, Francia e Inglaterra ejecuten el plan, o el costo en vidas que demandará una confrontación a escala mundial. Mucho menos las toneladas de heces radiactivas con las cuales  se regarán las arenas del desierto, porque será en el nombre de Dios, las libertades y la voluntad de los pueblos oprimidos.
Pero la partida no termina aquí. Todavía falta una  apetecible de la torta negra y para comérsela deberán comenzar un trabajo de limpieza minuciosa en el patio trasero de los norteamericanos para exterminar definitivamente  la amenaza del demonio socialista que no para de infectar las conciencias de las millones de almas que están aprendiendo a vivir en libertad defendiendo sus recursos. Y es por eso que hay que estar atentos, porque en este nuevo escenario planetario, de crímenes y miserias, el ajedrez de lucifer es un juego jugado por muy pocos y los que mueven las piezas son siempre los mismos.
Roque Paz


dirigiráen

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