Revolución es hacer cada día de nuestro pequeño espacio, un lugar digno de habitar
"La Maldita Máquina de Matar" Pinchevsky/ Medina

jueves, agosto 18, 2011

"IN GOD WE TRUST"

Pareciera ser que el fin, tantas veces anunciado, se acerca irremediablemente. Como las profecías de Nostradamus, como el tsunami tan temido por los japoneses, como el terremoto que destruirá la costa oeste, como las fagocitadas profecías mayas, las de Fátima  o algunas de las tantas que vienen circulando por ahí desde que el mundo es mundo, ahora aparece esta otra que amenaza con acabar con el sistema capitalista de una buena vez y para siempre. Claro que esto, más allá de los deseos de muchos, llevará todavía muchos años, quizás décadas, pero el fin de este sistema de cosas es un hecho. 
Aunque se empeñen en tapar el sol con las manos, desvirtuando verdades o inventándonos, a diario, realidades abstractas para que no entendamos, no veamos o no hagamos foco en el eje central que es el motor que nos empuja para seguir la marcha. Es por eso que, vendan lo que nos vendan, inventen lo que inventen o disfracen al monstruo de querubín, el fin de la perversa burbuja verde está próximo y es inevitable.
¿Por qué? Porque tenemos que saber de que lado jugaron, juegan y seguirán jugando los medios hegemónicos de información. Qué camiseta defienden. Y bien sabemos que la camiseta que a ellos más le gusta ponerse es la de la mentira, la hipocresía, la falacia que son, en definitiva, lo que más garpa. A ver si queda claro: El GRAN NEGOCIO ES LA MENTIRA. Es la mentira la que nos bombardea los sentidos cotidianamente desde la televisión, los periódicos, la radio y las revistas de actualidad. Todo es un circo muy bien montado, aceitado y redituable. Los poderosos del mundo invierten mucho dinero para que la verdad no salga a la luz o, si lo hace, que sea de la forma que ELLOS puedan manejar. Ellos piensan el mundo con cien años de antelación, preparando cuadros y estrategias para llevar a cabo sus políticas de dominio, saqueos y mentiras.
No tanto por la gravedad de lo que el mismo simbronazo, impensado y enmascarado, desde siempre, significa para todos aquellos adoradores de una realidad tan ficticia como maniqueísta, sino por lo que a futuro traerá aparejado. Y he aquí lo terrible: La implosión del Gran sueño americano hecho trizas. Peor que la depresión de los años treinta, que el ataque a Pearl harbor, que la derrota en Vietnam, o la más reciente de las tragedias sufridas por el imperio del norte: la caída de las torres gemelas.
Pero los tiempos cambian a pasos agigantados y lo que fue ya no será. Una nueva conciencia está despertando y se propaga como una epidemia. Son los jóvenes del mundo otra vez los que arremeten contra los estamentos de la corroída y decadente cultura neo liberal. La verde y corrosiva cultura que trastocó los valores humanos por una cuenta de dólares en algún paraíso fiscal.

"Te inundo el mundo de dólares baratos total tengo la maquinita y nadie me controla" 


Fue en el año 1792, fecha en que el dolar tomó su nombre (daelder o daler) de las grandes piezas de plata del siglo XV, que más tarde derivó en la palabbra thaler; transformada con el tiempo, y la voracidad capitalista, en la moneda más poderosa del mundo.
A partir de la década del '40 el dolar comenzó a insinuarse como moneda patrón para la mayoría de las transacciones internacionales. Pero fue después de la Segunda Guerra Mundial que los países anglosajones idearon su plan de política monetaria internacional. Los organismos monetarios fueron formulados y edificados por los Estados Unidos. Fue entonces que, en Bretton Woods, New Hampshire, nace el maquiavélico Fondo Monetario Internacional, con un sólo propósito: Imponer al mundo su letal política de "dolar convertible". La Gran Trampa verde en la que cayeron, y siguen cayendo, aquellos países que creyeron en la receta mágica del FMI.
El papel fabricado por la CRANE & COMPANY con dos partes de algodón (trapos) y una parte de lino, con el agregado de  finísimas fibras de color azul y rojo, son la materia con la que se fabrica cada billete rectangular de 6,6 x 15,6 centímetros. Y resulta chocante entender que, en ese perímetro, descansa la moral y la confianza de todo un pueblo y la economía global. Que por un trozo de trapo reciclado de color verde "esperanza" se roba, se estafa, se traiciona y se mata. Se inventan guerras, se invade y se aniquilan culturas, etnias, territorios...
La razón radique, tal vez, en que los billetes norteamericanos son "indestructibles". Y porque cada billete, sea cual fuere su denominación final, que fabrica el BUREAU OF ENGRAN AND PRINTING (Oficina de Grabado e Impresión, del gobierno de los ESTADOS UNIDOS con sede en WASHINGTON), sólo cuesta centavos. Es por eso que jode tanto comprender que toda la ideología gestada en torno a esa moneda se haya transformado en un Gran Negocio que nada tiene que ver con el espíritu de libertad y democracia que nos quisieron vender.
En cada plancha de papel se imprimen 32 unidades con la característica tinta, pegajosa y brillante, que se inyecta a presión sobre los miles de millones de billetes con que inundan los mercados cada año. Y a mayor denominación mayor es la ganancia.
"Te doy, te presto o te vendo y si no podés pagar no importa. dame tu oro, tu petróleo, tu gas, tu mineral, tus tierras y tu agua. Es esto o arreglate con los marines..."
De la mano de los GRANDES LADRONES DE LA HISTORIA: los bancos armaron esta opereta que les quema las manos. Burbuja inmobiliaria. Desempleo. Cracks financieros en países que hasta ayer gozaban de elevados estándares de vida, rebaja de salarios, desempleo, quita de beneficios sociales y ajustes que siempre caen sobre los mismos.
Urge, pues, si queremos realizarnos como pueblos libres y soberanos, cambiar el TIME IS MONEY de los hermanos del norte, que tanto daño nos ha causado, por el TIEMPO ES VIDA latinoamericano. Porque al sur del continente brilla esa estrella que ilumina al NUEVO HOMBRE de las profecías.
Roque Paz





















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