Durante mucho tiempo los popes de las finanzas, los aplicados alumnos de Harvard, los "Chicago boys", los defensores del modelo neo liberal a ultranza, nos "explicaron" que la inflación deviene de la emisión desfasada de dinero por parte del Estado. Y es muy posible que tuviesen razón, al menos en el contexto que ellos mismos propiciaron. O en las políticas recetadas que tanto colaboraron para doblegar la voluntad de los países emergentes; desculturizando, dividiendo, sometiendo, expropiando, corrompiendo, aniquilando...
Afortunadamente, aunque tarde nos cayó la ficha, nos dimos cuenta que todo no ha sido más que una burda falacia y ahora que, el modelo neol iberar y la banca chupasangre, hacen agua por todos los flancos, aún nos toca sufrir el embate de la prensa servil que, conjuntamente con políticos y comunicadores, pretenden .quemarnos la cabeza con informes y diagnósticos malintencionados, precisamente ahora que comenzamos a despertar de la pesadilla.
Así como tenemos todo el derecho a desconfiar de los índices proporcionados por el INDEC, también sería bueno tener bien claro que nada justifica el incremento de los precios, porque sabemos que se trata de otra maniobra mediática pergeñada por algunos sectores de poder para instalar el descontesto e incentivar la rebelión de los sectores más endebles de la población.
Desafortunadamente (para ellos) los cuarteles están libres de conspiradores y la gente ya no come vidrio. Aunque el poder detrás del poder, sabemos, pretenda vengar cara su derrota, debemos fortalecernos y aunar voluntades para minimizar cualquier efecto colateral. surgido de tales elucubracionesar evitando caer en la trampa de la corrida inflacióonaria nuevamente.
Las reservas del Banco Central garantizan la continuidad del modelo, los récords en la venta de automotores, las exportaciones, el boom de la construcción, el turismo y los planes de incersión, conforman el núcleo motor de una economía en crecimiento por más que algunos se esfuercen en desvirtuar las estadísticas.
Pregúntenles a las madres beneficiarias del Plan de Asignación Familiar cuando, a poco de recibirlos, los precios de la canasta alimentaria básica se dispararon estrepitosamente. Y cómo lo sufren los laburantes cada vez que logran un incremento en sus salarios.
Día a día los precios van aumentado gracias a esa raza empresaria reaccionaria y perniciosa, que se muestra empecinada en desnivelar la balanza a su favor porque no tolera la felicidad del pueblo trabajador. No basta con haberles pagado la deuda fraudulenta que nos "abrocharon" Martínez de Hoz y su discípulo Cavallo, con el sacrificio de los que menos tienen. No se conforman con todo el dinero ganado en la timba financiera. Codiciosos al extremo, ahora pretenden cargarse al gobierno y saquear las reservas del Banco Central como lo han venido haciendo sistemáticamente.
Conocemos al enemigo y cómo talla. No hay inflación. Simplemente se trata de operaciones direccionadas a imponer sus políticas de exclusión. Veamos sino lo que aconseja una de las reglas de oro del libre comercio; "A mayor distribución de la ganancia mayor consumo. Y a mayor consumo, precios más justos".
No olvidemos que la mala costumbre de aumentar por aumentar nos puede conducir a terrenos peligrosos del que es muy difícil salir ya que hemos sufrido antes sus consecuencias.
Roque Paz
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