Revolución es hacer cada día de nuestro pequeño espacio, un lugar digno de habitar
"La Maldita Máquina de Matar" Pinchevsky/ Medina

miércoles, octubre 26, 2011

Una vueltita por el pasado



Un interesante viaje en el tiempo a través de pasadizos y galerías de techos abovedados, rescatados de un pasado histórico y misterioso que se mantuvo enterrado  más de diez metrosa por debajo del nivel actual de las calles  Hipólito Yrigoyen y Paseo Colón. Justo detrás de la casa de Gobierno. 
Allí abajo, entre ladrillos, arcadas, columnas y cierto tufillo a humedad resurge la historia argentina de la mano de la más alta tecnología. 
El Museo del Bicentenario, emplazado sobre las ruinas mismas del Fuerte de Buenos Aires y la Aduana Taylor, todavía mantiene en pie parte de los muros originales con que fueron edificados a principios del siglo XVIII 
Se trata de un conjunto edilicio restaurado y recuperado en un espacio de 5.000 metros cuadrados con techo traslúcido, estructura metálica y  paredes de vidrio que le aportan gran  luminosidad.

La propuesta incluye, como su nombre lo indica, un recorrido a lo largo de dos siglos, desde la Revolución de Mayo de 1810 hasta la actualidad. En donde el visitante podrá apreciar numerosos objetos históricos, muestras arqueológicas, como así también una amplia variedad de alegorías documentales a través de grandes televisores, pantallas interactivas y fotografías estratégicamente sectorizadas. 
Entre las recovas es común ver a varios granaderos que le agregan un toque de colorido simbolismo. Y entre las obras expuestas se destacan varios autos de colección, entre ellos el Justicialista Gran Sport 1954, fabricado totalmente en nuestro país durante el segundo mandato del general Perón. Además del utilizado por el ex presidente  Hipólito Yrigoyen. También hay varios afiches de Eva y Juan Domingo Perón, de Héctor Cámpora, y fotografías correspondientes a las presidencias de Raúl Alfonsín, Carlos Menem y de Néstor y Cristina Kirchner. El retrato al óleo de Perón y Evita, hecho por un retratista franco-argentino ocupa un lugar destacado en el hall principal.
El pañuelo de Hebe de Bonafini con manchas de sangre por los golpes recibidos en una  manifestación. Imágenes de San Miguel Arcángel, que perteneció al antiguo Fuerte de Buenos Aires, y de la Virgen de Santa María del Buen Ayre.
El sillón presidencial utilizado por el presidente Santiago Derqui en 1860, un mueble elegido y comprado por Sarmiento en Nueva York. 
Allí abajo uno también puede tomarse un café en su pintoresca confitería, ambientada al estilo del museo. Cuya entrada es un gran arco, con rejas coloniales y vidrios. Donde se encuentra  instalado el mural "Ejército Plástico", del artista mexicano David Siqueiros realizado en 1930 por encargo  de Natalio Botana, dueño y director del diario Crítica

La entrada al museo es gratuita. Y los horarios de visita son: martes a domingo de 10 a 18.























Roque Paz

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