Uno no termina de digerir el asesinato de Mariano Ferreyra, el de los tobas en Formosa, cuando vuelven a azuzarnos los viejos fantasmas del pasado con su mensaje de plomo, crímenes sin castigo, violencia desmedida, xenofobia, odio y muerte... siempre muerte; como si quisieran regar las calles con los cadáveres de los que luchan, los que reclaman, los que anhelan vivir en una sociedad más equitativa en donde todos tengamos las mismas oportunidades.
Pero lo estamos padeciendo. Es tanto el resentimiento que incuba ésa clase maldita hacia los sectores más empobrecidos y combativos que no escatimarán recursos en pos de sepultar las pocas, pero importantísimas, conquistas alcanzadas en estos últimos años.
Resulta llamativo la forma en que hilvanan estrategias con el propósito de generar el caos, desestabilizar al gobierno, fogonear antagonismos entre los sectores más vulnerables. La lucha de pobres contra pobres es redituable políticamente para los inescrupulosos que aspiran a ocupar el sillón en la Casa Rosada. Y apuestan todas sus fichas a la rebelión popular; y porque saben que en las urnas son amplios perdedores apelan al golpe artero.
Ya no cuentan con la maquinaria exterminadora de los militares, el lobby desabastecedor empresarial, la corrida bancaria; ahora cuentan con los barrabravas y las patotas sindicales. Con los punteros políticos y cierta permisividad de algunos altos cuadros de la policía. Aunados en un sólo objetivo: Matar por matar.
Ya no cuentan con la maquinaria exterminadora de los militares, el lobby desabastecedor empresarial, la corrida bancaria; ahora cuentan con los barrabravas y las patotas sindicales. Con los punteros políticos y cierta permisividad de algunos altos cuadros de la policía. Aunados en un sólo objetivo: Matar por matar.
En Villa Soldati, en el parque indoamericano, la caza de brujas se focalizó en los hermanos bolivianos y paraguayos. Y fue más que evidente el modo como se despejó el área para que los asesinos, disimulados entre la turba de vecinos que arremetió contra los "usurpadores", descargaran sus instintos asesinos sobre personas indefensas.
Hoy, tanto el gobierno de la ciudad como el gobierno nacional, acordaron soluciones a la demanda habitacional de la gente. Enhorabuena. Pero el precio pagado para que sus reclamos fuesen escuchados es muy alto.
Y quien piense que esto fue el final, se equivoca. Esto es sólo el comienzo. Los Duhalde, los Toma, los Nosiglia, los Macri, los Barrionuevo, los Menem, los Magnato, etc. etc. etc. llevan el gen conspirativo en la sangre. Identificar al enemigo, con nombre y rango, es lo único que podrá asegurarnos un futuro de prosperidad.
El Peronauta
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