Revolución es hacer cada día de nuestro pequeño espacio, un lugar digno de habitar
"La Maldita Máquina de Matar" Pinchevsky/ Medina

jueves, julio 14, 2011

El peso de la cruz



Me contaron que cuando Cristo reunió a todos sus discípulos y seguidores para revelarles el camino que conduce a la Verdad les dijo:
"He aquí el camino que os conducirá a la Verdad Absoluta. Por eso os digo, hermanos míos, quién esté dispuesto a transitar el duro camino, cargue mi cruz y sígame."
Y Cristo comenzó a transitar su camino sin volver la vista atrás. Entonces, la multitud que hasta entonces le había seguido y alabado durante toda su prédica en el desierto, comenzó a gritar desesperada y a correr tras el maestro.
" Maestro, Maestro... no nos abandones. te seguiremos a donde vayas..."
Y he aquí que el nazareno detuvo su marcha. Y dirigiéndose a la multitud les ordenó que fueran al monte y construyeran cada uno su propia cruz. Así lo hicieron y al cabo de unos días comenzaron a aparecer los primeros seguidores cargando su madero.
Hombres y mujeres. Ancianos y niños se congregaron alrededor de Cristo. Y cada uno de ellos mostrando con cierto orgullo la obra de sus manos. Las hubo macizas y pesadas. Rústicas, clavadas, enlazadas. De madera fina y de madera podrida. Tampoco faltaron aquellas ornamentadas con grabados u oropeles.
Entonces, el Maestro, les dirigió una última mirada antes de infligirle  ritmo a sus sandalias. Detrás suyo miles de personas comenzaron a movilizarse. Apretujándose, disputándose los primeros lugares. Adelante la montaña y el desierto. El valle, los ríos, los senderos... y la huella.
Y a medida que el camino se alargaba y las fuerzas comenzaban a flaquear iban quedando cientos de rezagados a la vera. Con la mirada desolada, viendo cómo Cristo se alejaba cada vez más.
Sin embargo no fueron pocos los que persistieron en su afán.Tanto, que con el transcurrir de los días comenzaron a sufrir el peso de sus cruces y las llagas sobre sus hombres. la sed, las ampollas en sus piés, la desazón.
Clamaron y su voz no fue escuchada. Entonces aparecieron los aprovechadores. Aquellos que por tener una posición adinerada holgada o haciendo alarde de sus jerarquías comenzaron a sobornar a sus hermanos. Hicieron cargar sus maderos y también se hicieron cargar ellos.mismos,  pero el camino era ascendente y sinuoso. Ordenaron  cortar la madera cada día un poco más para alivianar la carga  porque se dieron cuenta que de esa manera avanzarían más rápido y podrían alcanzar al Maestro.
Y sucedió que adelante había una grieta profunda a la cual sólo podían atravesar los pocos que preservaron su cruz intacta,  recostándola para caminar sobre ella. Más todos aquellos que, en su ambición desmedida por ser los primeros en llegar, entendieron el mensaje y aprendieron la lección. Sea quien fuere el tramposo, este nunca llega a ningún lado. Mucho menos a la verdad... porque esta no se compra.




Bien compañeros, con esta simple parábola narrada por un misionero y con perdón de Cristo., quisiera expresar mi punto de vista respecto a como veo al peronismo desde aquel 1° de julio del '74 hasta el presente. El peronismo está tomado por asalto. Y lo que debería ser su factor más combativo y revolucionario, que es la masa trabajadora y la juventud, no existe como tal, más allá del voluntarismo propio de alguna militancia que sí ha entendido y decodificado la esencia peronista.
Dentro del movimiento más revolucionario surgido en el sur del continente en el siglo pasado, coexisten la izquierda y la derecha, cada una llevando agua para sus molinos. Porque a la mayoría de nuestros dirigentes lo que menos les interesa es el bienestar del pueblo. Trepar, trepar, trepar. hacer negocios, vivir de la política. serruchar la madera de  la cruz para llegar más rápido y primero. Sin importarles que, en su ambición desmedida, van dejando en el camino, usando, manipulando, extorsionando, postergando a los mejores cuadros del movimiento que son los verdaderos herederos... los impulsores de la verdadera reforma.
Por eso es necesario, casi vital diría, hacer hincapié en esto. Y, parafraseando a Cristo, quisiera transmitirles una última reflexión: "Compañeros, sed mansos como el cordero y astutos como la serpiente".  Aprendamos a distinguir quien es quien en este juego fascinante y perverso que es la política. Porque en definitiva; "por el fruto los conocereis"
Perón ya no está. Pero el peronismo debe ser revolucionario o no será.  Ese es el desafío.



El Peronauta

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