Revolución es hacer cada día de nuestro pequeño espacio, un lugar digno de habitar
"La Maldita Máquina de Matar" Pinchevsky/ Medina

viernes, enero 28, 2011

Uno de tantos traidores




 A pesar de los años transcurridos todavía perdura en mi conciencia su precaria presencia. Es que durante  mucho tiempo, y hasta que se erigió en la cabeza conductora del sindicato, el tipo siempre anduvo con la misma vestimenta.
El hombre de Junín, lugar de donde provino el advenedizo, que aterrizó en la capital federal, "escapando" vaya a saber de qué, según algunas lenguas,  y se hizo fuerte durante la época del menemato a pesar de haber jugado, y bajado línea, en favor de Cafiero en las internas peronistas de entonces, siempre hablaba de la imperiosa necesidad de cambiar y mejorar la situación laboral de los trabajadores sanitarios.
Por supuesto que el tipo la tenía re-clara. Tuvo y tiene lo imprescindible para llegar alto en estos tiempos de "bajos instintos", bueno está  reconocerlo. Labia, ambición, pocos escrúpulos. Capaz de tirar la honra a los chanchos por unos mangos. Y todo eso sumado al  plus extra del que siempre sacan tajada esta clase de chantas profesionales: la inercia de los trabajadores que nunca se destacaron por ser demasiado combativos salvo alguna que otra excepción; como el caso de Jorge Ureta ( denunciante del negociado entre la Empresa y "La Baskonia" por el auto robo de caños de fundición y posterior reventa, avalado por el sindicato en donde habían en danza varios millones de dólares), y un tal Matra, ambos afiliados al Partido Comunistas. También "Boterito" que formó parte  del sindicato en la primera época y renunció asqueado de tanto maniqueísmo corporativo. Todos, desde su lugar, opusieron cierta resistencia pero, una vez privatizada Obras Sanitarias, tuvieron que agachar las orejas y aceptar el "retiro voluntario" propugnado por los franceses y por el sindicato cómplice de la entrega.
Flaco y hábil como un gato malo, fue hilvanando su trama de baba ácida sobre las máquinas de los talleres generales del Bajo Flores. "Che, hoy viene el Flaco", y todos los adulones corrían a recibirlo. A escucharlo y vitorearlo. Entonces, él, se encaramaba sobre algún improvisado palco de hierros en desuso para hablarles de Perón y de Evita, de la lucha,  de las reivindicaciones del movimiento obrero, llenando los espacios con promesas de mejoras salariales y óptimas condiciones laborales.
Así fue que el hombre de los zapatos gastados, el pantalón de vestir arratonado, la camisa amarilla, la campera de nobuk marrón y el infaltable paraguas, fue redondeando la faena hasta alcanzar su objetivo. 
Recuerdo que una de sus primeras acciones fue cambiar el viejo Ford Falcon del sindicato por un flamante Peugeot 405 gris metalizado y a partir de entonces, comenzó el teje y maneje desmesurado que le generó un fabuloso incremento patrimonial. Fue a partir de entonces que todos aquellos que no estuvimos de acuerdo con su forma de hacer política pasamos a ser considerados "negros de mierda" o "zurdos de ídem" por el traidor.
Así la historia de este nefasto personaje hoy devenido en neo gordo del sindicalismo argentino, ultra oficialista (como siempre lo ha sido a través de su trayectoria y de los distintos gobiernos). Atornillado al sillón  del SGBATOS, gremio que conduce desde hace casi dos décadas, José Luis Lingeri, el hombre fuerte de Aysa sigue delineando los destinos de los trabajadores sanitarios.  Paradójicamente en la empresa de aguas que el ex presidente Kirchner volviera a reestatizar bajo su mandato.
Mayúsculo premio para el hombre que jugó a favor de la privatización de OSN y fue servil a los intereses de los franceses.
Por supuesto que el tipo no se arrepiente, no se hace cargo de nada.  Por el contrario, reivindica (por los sigles de los siglos), su conducción, ya que lo único importante en la vida, para esta clase de personajes, es seguir acumulando riquezas, poder e impunidad.
Desde hace tiempo está estrechamente ligado al deporte automotor. Propietario de uno de los equipos de competición más exitosos, paladeó las mieles del triunfo cuando la Chevy del  piloto marplatense Crhistian Ledesma se coronó campeón de la categoría más popular del automovilismo argentino. Y también se lo vincula, entre otros "negocios" a una estructura proveedora de medicamentos a diferentes obras sociales.
 Ahora, este ultramenemista "converso", aliado de Moyano en la CGT; que se jacta,  sin que se le mueva un solo pelo del culo, de ser el propietario de un equipo de alta competición, según escribió Alejandro Margulis en un reportaje que le hiciera para Clarín, cuyo mantenimiento  ronda  unos U$S 500.000 anuales, sin haber tocado  una sola moneda del sindicato, porque   "Siempre me gustaron los fierros..." ; apuesta nuevamente a perpetuarse en el poder jugándola de kirchnerista.


"Lo bueno hubiese sido que lo hubieras hecho de abajo, como corresponde a un laburante y no aprovechándose de la investidura que te "prestaron" los trabajadores.
A mí también me fascinan los fierros, pero sigo andando en la misma bicicleta desvencijada de hace diez años, macho."

Por eso es necesario identificarlos, mirar hacia atrás, interpretar la historia de estos peronistas de cartulina. Que de peronistas tienen menos que el viejo Macri o el colorado De Narváez. Lobos con piel de cordero, eso es lo que son. Traidores en su máxima expresión.
 Expuesto el tema amerita  hacerles entender a los compañeros trabajadores que uno no elige un  secretario general a perpetuidad. Que a lo sumo podría concedérsele una sola reelección de acuerdo a su desempeño en el gremio y que después deben volver a su lugar de trabajo (como hacían nuestros viejos sindicalistas), retirarse a regar el jardín, jugar con los nietos o lavarles los calzones a sus mujeres.
Si no lo entendemos así, entonces no nos quejemos. La limpieza empieza por casa. Los sindicatos son peromistas y los chorros y los parásitos se enquistan usufructuando del esfuerzo del laburante. Ya es hora de rajar a estos traidores que comparten las mesas de los patrones y hacen negocios a espaldas de los trabajadores. Una de las formas más contundentes de lograrlo es la desafiliación masiva para dejarlos sin oxigeno y obligarlos a renunciar porque, como decía el general Perón: " el órgano más sensible del argentino es el bolsillo."... Y después sí, querellarlos por enriquecimiento ilícito. Amén.

El Peronauta

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