Estás ahí donde muchos quisiéramos estar
Entre el humo, la barricada y la impotencia hecha protesta
Con tu mínima presencia que no conoce de miedos ni traiciones
Con tus huesos, tu rabo y tus colmillos
Con la serena mirada de los que saben
Con la serena mirada de los que saben
¡Y vaya si sabrá de lealtades tú mitológica estirpe!
Estás allí… en las primeras líneas
Sin ser desocupado, ni estudiante, ni desplazado
Como un hijo más que parió la calle
Tu cuerpo menudo se hace bandera y cada ladrido estampido de metralla y libertad
Amedrentando títeres con cascos, garrotes y escudos. Saltando, corriendo…
Riéndote en la propia cara de tanto fantoche uniformado
Estás ahí señalando al enemigo
Pero ¿quién te dará una palmada?¿Quién saciará tu sed?
¿quién te dará abrigo?
¿Quién curará tus heridas (las del alma, digo),
¿Y a quién se le ocurrirá
contar la historia de Lukanikos?, el perro que peleó por Grecia.
Para mostrarle al mundo que en la vida no se llora lo perdido, se ama y se pelea codo a codo por ganarla
cada día...
cada día...
¿Está vivo todavía?. Hace más de un año que no sé nada de él. María Julia.
ResponderBorrarHola María Julia y gracias por visitar nuestro blogsito en constante crecimiento. Ante todo pido disculpas por no haber respondido antes. Pero para alegría de muchos LUKANIKOS continúa en la trinchera. Acabo de verlo involucrándose en las protestas de la semana... Roque Paz.
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