Un cuestionamiento ante la inminente
modificación de la ley de semillas
modificación de la ley de semillas
El Puntal
En el marco de la presentación de la nueva tecnología en soja Intacta RR2 realizada en los últimos días, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Norberto Yauhar también anunció que se está trabajando en la redacción de una nueva Ley de Semillas que en los próximos meses sería enviada al Congreso Nacional.
“Hemos tomado la decisión de avanzar en el transcurso de este año en un borrador de una Ley de Semillas como corresponde a un país que pretende ser líder en la producción de alimentos, buscamos proteger la propiedad intelectual del proceso de desarrollo”, afirmó Yauhar en esa oportunidad.
El investigador del Conicet Andrés Carrasco también cuestionó estos anuncios y analizó las implicancias que ésta modificación en la legislación podría tener para los productores del país al disminuir el denominado uso propio de las semillas para favorecer el pago de regalías a las empresas creadoras de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) aprobados por el gobierno nacional.
“El uso propio significa que un agricultor hace su cosecha y se reserva parte de las semillas para la cosecha próxima, o sea que buscan moderar o dificultar el uso de la semilla de la propia cosecha rompiendo una regla histórica de 10 mil años”, sostuvo al respecto Carrasco.
Refiriéndose a las afirmaciones del ministro días atrás, el investigador expresó: “Esto me parece un acto celebratorio de una enorme irresponsabilidad porque detrás de esto hay un montón de cosas que no se dicen, que no se han debatido, hay cosas que están seriamente cuestionadas por muchos, acá y en otras partes del mundo, y me parece que no debería celebrarse tan abiertamente que vamos a modificar la Ley de Semillas para favorecer a Monsanto”.
Hasta el momento, Monsanto jamás logró cobrar regalías por su primera semilla de soja transgénica debido a que esa variedad no había sido patentada en Argentina. Pero en 2009 la multinacional sí obtuvo patente en el país por la soja Intacta RR2 y, luego de que la empresa anunciara inversiones millonarias, el gobierno nacional le dio garantías a la empresa sobre el pago de regalías por parte de los productores.
“Un cambio cultural en la agricultura”
“Hasta ahora la agricultura argentina no pago patentes por distintas razones, recién ahora se van a establecer y lo que hace la empresa es establecer un contrato individual con el productor que firma un convenio contractual”,explicó Carrasco y agregó que al tratarse de contratos de índole privado el Estado no podrá intervenir en este ámbito.
“O sea que en realidad están celebrando ceder el control y la propiedad que regula los insumos de la producción agrícola a 3, 4 o 5 grandes transnacionales”, continuó.
Hasta el momento, se afirma que más del 60% de los productores de soja ya habrían firmado contratos para el uso de la nueva semilla Intacta RR2. Para el investigador del Conicet el resto de los OGM aprobados en el último tiempo también se regularán con el mismo criterio.
“Como Monsanto y Syngenta se aseguran los sistemas de control de qué semilla está usando cada agricultor a partir de estos contratos, cuando un agricultor mande su cosecha al lugar de embarque,el acopiador va a testear las características de ese poroto y va a determinar qué tipo de semilla está usando. Y si está usando una semilla indebidamente porque no la pagó ese productor va a ser penalizado”, describió el biólogo.
“Esto es todo un cambio cultural en la agricultura que los agricultores norteamericanos han denunciado infinidad de veces y hablan de la `policía de Monsanto´. Entonces si eso pasa allá me imagino lo que puede pasar acá, donde hay muchos circuitos informales”, alertó finalmente Carrasco.
“Hemos tomado la decisión de avanzar en el transcurso de este año en un borrador de una Ley de Semillas como corresponde a un país que pretende ser líder en la producción de alimentos, buscamos proteger la propiedad intelectual del proceso de desarrollo”, afirmó Yauhar en esa oportunidad.
El investigador del Conicet Andrés Carrasco también cuestionó estos anuncios y analizó las implicancias que ésta modificación en la legislación podría tener para los productores del país al disminuir el denominado uso propio de las semillas para favorecer el pago de regalías a las empresas creadoras de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) aprobados por el gobierno nacional.
“El uso propio significa que un agricultor hace su cosecha y se reserva parte de las semillas para la cosecha próxima, o sea que buscan moderar o dificultar el uso de la semilla de la propia cosecha rompiendo una regla histórica de 10 mil años”, sostuvo al respecto Carrasco.
Refiriéndose a las afirmaciones del ministro días atrás, el investigador expresó: “Esto me parece un acto celebratorio de una enorme irresponsabilidad porque detrás de esto hay un montón de cosas que no se dicen, que no se han debatido, hay cosas que están seriamente cuestionadas por muchos, acá y en otras partes del mundo, y me parece que no debería celebrarse tan abiertamente que vamos a modificar la Ley de Semillas para favorecer a Monsanto”.
Hasta el momento, Monsanto jamás logró cobrar regalías por su primera semilla de soja transgénica debido a que esa variedad no había sido patentada en Argentina. Pero en 2009 la multinacional sí obtuvo patente en el país por la soja Intacta RR2 y, luego de que la empresa anunciara inversiones millonarias, el gobierno nacional le dio garantías a la empresa sobre el pago de regalías por parte de los productores.
“Un cambio cultural en la agricultura”
“Hasta ahora la agricultura argentina no pago patentes por distintas razones, recién ahora se van a establecer y lo que hace la empresa es establecer un contrato individual con el productor que firma un convenio contractual”,explicó Carrasco y agregó que al tratarse de contratos de índole privado el Estado no podrá intervenir en este ámbito.
“O sea que en realidad están celebrando ceder el control y la propiedad que regula los insumos de la producción agrícola a 3, 4 o 5 grandes transnacionales”, continuó.
Hasta el momento, se afirma que más del 60% de los productores de soja ya habrían firmado contratos para el uso de la nueva semilla Intacta RR2. Para el investigador del Conicet el resto de los OGM aprobados en el último tiempo también se regularán con el mismo criterio.
“Como Monsanto y Syngenta se aseguran los sistemas de control de qué semilla está usando cada agricultor a partir de estos contratos, cuando un agricultor mande su cosecha al lugar de embarque,el acopiador va a testear las características de ese poroto y va a determinar qué tipo de semilla está usando. Y si está usando una semilla indebidamente porque no la pagó ese productor va a ser penalizado”, describió el biólogo.
“Esto es todo un cambio cultural en la agricultura que los agricultores norteamericanos han denunciado infinidad de veces y hablan de la `policía de Monsanto´. Entonces si eso pasa allá me imagino lo que puede pasar acá, donde hay muchos circuitos informales”, alertó finalmente Carrasco.
(*) profesor de embriología, investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y director del Laboratorio de Embriología Molecular
No hay comentarios.:
Publicar un comentario