Revolución es hacer cada día de nuestro pequeño espacio, un lugar digno de habitar
"La Maldita Máquina de Matar" Pinchevsky/ Medina

domingo, enero 21, 2018

Escenografía de la tilingada


Tal y como todos sabemos, parece que el Goebbels ecuatoriano diseña la escenografía reinante con el fin de tapar de falso glamour, falsos sentimientos, falsas espontaneidades y falsedad en general, la dura realidad a la que nos somete este gobierno y de la que no parecen percatarse muchos ciudadanos que caen en el embrujo de la tramoya.



Macri munido de Awada y Antoñita disfrutando de los bosques del sur, en familia, muy divertidos y “tan naturales”…me imagino toda una sesión fotográfica de poses y contraposes hasta dar con la foto más publicitaria, esa, la más marquetinera de todas.
Macri y Awada paseando por las calles de la Angostura, de compras y oh! un fotógrafo los sorprende como quien no quiere la cosa! Muy casual todo. De la misma manera, la gobernadora,  Heidi, el hada buena, Mariu o como quiera que se llame ese producto plástico ideado en un laboratorio para captar incautos, también es “sorprendida” de compras para sus nenes por el día de reyes.
Ya antes nos los habían mostrado andando en colectivo, departiendo con pobres de ocasión (o verdaderos pobres surgidos del casting impiadoso de DB), recorriendo “Los piletones” con la representante pseudo “blanca” de los negros, montando el show de papá Noel en la rosada, intentando poner una sonrisa empática que no le sale a pesar de las lecciones de impostura que recibirá a diario, tratando de abrazar un niño que se le resiste, diciendo malos chistes por el mundo como un play boy descontracturado que por una de esas casualidades del destino, es el presidente de este país.
Lo que nos preguntamos los otros, los que quedamos en la otra vereda de “la grieta” y no nos comemos ninguno de estos montajes mediáticos, es hasta cuándo puede rendir esta escenografía de la tilinguería en un contexto cada vez más conflictivo y con la exhibición impúdica del saqueo a los más desposeídos para llenarse los bolsillos con una angurria desmedida, los de ellos y los de buitres de todo pelaje que condenarán a generaciones de argentinos a seguir sumergidos en la exclusión y la pobreza.
Tiene que haber un límite a esta imbecilidad organizada, la que, como dijo Cristina el 9 de diciembre de 2015, hace que por atrás nos pasen todos los elefantes.

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