La profecía de Jorge Asís y su insólita propuesta
Es posible no acordar con Jorge Asís y disfrutar con su maledicencia. Suele ser tan lúcido como cínico. Pero, más allá de su menemismo explícito, algunos chivos, su sorprendente aceptación del golpe boliviano que tumbó a Evo Morales o su boutade de hacerle la segunda a la desmesurada pretensión del neuquino Jorge Sobisch de acceder a la Presidencia de la Nación, Asís –o en este caso su heterónimo Oberdan Rocamora, estrella de la redacción de Clarín durante la dictadura– suele percibir con agudeza la dirección que toma el viento y lo describe con precisión de metereólogo. No quiero spoilearles el eje de esta nota, sólo decirles que me hizo recordar que en la antigüedad y entre piratas cundía la amenaza de decir «Tu garganta huele a cáñamo» y que eso no significaba que dicho gaznate oliera a hachís o marijuana, sino que se la veía próxima a la horca. Porque las sogas empleadas para ahorcar estaban hechas con fibras de esa planta.
La sigo después de que lean esta nota hasta el final. O, directamente, el final.
Aciertos del Fenómeno Milei en la democracia compulsiva
Al estigmatizar a los “kukas” se le baja el precio al peronismo.
El primer gran acierto del Fenómeno Milei, en la campaña, consiste en estigmatizar como enemigo al kirchnerismo que no existe e identificarlo con la casta.
Un concepto tan redituable como el de la motosierra.
Fundamentales ideas para animar la campaña cuando tampoco existía.
En la Argentina electoral, el que impone los temas triunfa en las elecciones. Primera lección.
El kirchnerismo fue el penúltimo fenómeno cultural del peronismo, el movimiento que se resignifica con facilidad compleja y que el Panelista conoce muy bien.
Al ningunear con inteligencia, al bajarle el precio, enfrenta al peronismo y cree que puede superarlo.
Pero los “kukas” -significante que deriva en otro acierto- fueron desalojados hasta de Santa Cruz, la provincia originaria de Néstor Kirchner, El Furia.
El líder que mantuvo la osadía de morirse en el tiempo histórico que no le correspondía.
Los “kukas” conservan aún aureolas de triunfo en el conurbano de la Provincia del Pecado.
En especial en la Primera y la Tercera Sección.
Pero son minoritarios en Córdoba, casi ni registran peso en Santa Fe, son contados en el Maxiquiosco del Artificio Urbano.
Precisamente en la Tercera Sección el Fenómeno se exhibió a la manera duhaldista. Acompañado por la señora Karina, la Repostera Prodigiosa, el “Profe” Espert, Cárcel o Bala, y el «compañero» Sebastián Pareja, Evolución Precoz.
Sin embargo, el acierto definitivo del Panelista consiste en golpear la tecla exacta.
Proclamar que los simbólicos «kukas» se juegan la existencia y la identidad en las elecciones interrelacionadas de septiembre, las distritales, como en las nacionales de octubre.
Debe admitirse que aquí tiene alguna razón.
El peronismo del año impar es otra vez la única alternativa al disparate cruel del libertarismo.
Es entonces verdad que el peronismo no debe perder siquiera “por un voto”.
En la distrital está en juego la capacidad de los minigobernadores para movilizar.
Utopía del superávit
En memorable comida refinada de la Fundación Libertad de Los Bongiovanni de Rosario, en presencia estelar de Mauricio, el abducido Ángel Exterminador, el Panelista reprodujo el dictamen de superior contenido estratégico. Anunció proféticamente que pronto Argentina iba “a crecer como pedo de buzo”.
La emanación probablemente va a transcurrir después de las elecciones intrascendentes que le interesan apenas a los que viven de la política. Desde y para la política.
Aunque a la sociedad infortunadamente le importe un pepino.
Reproduce el triunfo inapelablemente masivo de la ausencia.
La resistencia colectiva consiste en no ir a votar.
En el libertarismo persiste la preferencia por la democracia relativamente compulsiva.
La «lógica represiva de vetar» (cliquear), bastante deplorable, conduce al Panelista hacia el patetismo del rechazo sistemático que consolida la épica parlamentaria de la masturbación.
Tendencia grave que instiga a convivir con la patología placentera de la inutilidad.
Proximidad de la tobillera
Las palabras escandalosas de Diego Spagnuolo, Mitomanía, el despedido funcionario menor, sitúan al Fenómeno en la proximidad intensa de la tobillera.
Debacle moral que transcurre en plena guerra del Poder Ejecutivo con el Poder Legislativo, que tiene Pajareras que debieran estar clausuradas. Cerradas por vacaciones electorales.
Pero abunda el espacio suficiente para la impertinencia de vetar la paradójica “lógica represiva” del veto racional.
La cripto de Davis emerge, comparativamente, como una liviana contravención.
Chiquilinada de estadista con intenciones nobles que se aceleró por la pifia del tuit.
Muestra gratis de analfabetismo en criptología.
Pero que mantuvo la oportuna audacia de brindar cátedra en la materia, ante “gatos” adictos al mito de la enseñanza privada.
Final con Indulto
Indultar, por ejemplo, a La Doctora.
Porque es probable que pronto, por la cripto y la Mitomanía, se le deba formular a la señora Victoria Villarruel, La Cayetana, una sugerencia similar.
Que La Cayetana indulte al Panelista.
El Fenómeno lo va a merecer.
Ningún presidente elegido en democracia compulsiva debe arriesgarse a padecer el sombrío destino de la tobillera.
…….
Asís lo ve a Milei con la tobillera. Y le propone que indulte a CFK (dudo mucho que ella lo aceptara) para sentar un precedente, de modo que si Villacruel accede a la Presidencia lo indulte a él. Se me hace difícil verla a ella como jefa de un estado democrático, pero lo cierto es que es una posibilidad inminente.
Pero hoy las tobilleras parecen preferir las pìernas de Karina y de los Menem. En el mejor de los casos. Porque, por suerte, no se impondrá el «carcel o bala» pero si puede hacerlo el «tobillera o barrotes».
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