Redes, poder y negocios desde la Fundación FIFA
Muchos altos dirigentes del PRO fueron los más sorprendidos. Compartieron un Zoom el día anterior y no había mencionado una sola palabra. Hablaron de la pandemia, de las diferencias entre Ciudad y Conurbano pero nada del repentino viaje a Europa. La foto sin barbijo, con Juliana y Antonia en un avión de Air France, no era lo que esperaban en esa semana tan delicada de fines de julio. Mauricio Macri había decidido dejar la Argentina y hacer la cuarentena en París y Costa Azul antes de ir al corazón financiero de Zurich. Llamó la atención la fecha de su llegada porque el ex delantero francés Youri Djorkaeff, director ejecutivo de la Fundación FIFA, de la que Macri es presidente, no estaba en la ciudad, igual que varios de los empleados que allí trabajan.
Su primer reporte desde suelo suizo lo hizo con una foto en su cuenta de Instagram, en la que presentaba su nuevo despacho. Esa mañana lo habían recibido con sus tarjetas, su credencial de acceso, como a todos los nuevos funcionarios. Aquella fue una de las contadas veces que estuvo en las oficinas de la Fundación durante su estadía europea. Igual que enero en la Argentina, agosto no es el momento ideal para tener reuniones de trabajo y conocer proyectos en marcha en ninguna de esas oficinas. Antes y después se hacen los encuentros y presentaciones con equipos completos y durante ese mes son habituales las postergaciones de proyectos hasta que todos regresen a sus funciones.
A finales de enero Macri comunicó en sus redes la designación como presidente de la Fundación. En la mayoría de las redacciones tuvieron que buscar de qué se trataba y cuáles eran las funciones del organismo al que el ex Presidente iba a dedicar su tiempo. En un recorrido rápido muchos periodistas se enteraron de que había sido creada en 2018. A cargo de la Junta de la Fundación FIFA aparece el propio presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino. Como CEO del proyecto y brazo ejecutor está ahora Djorkaeff. Entre las metas que el organismo pregona en su estatuto se destaca la promoción del fútbol como “herramienta social y educativa en los lugares más desfavorecidos”. Menciona también “educación de calidad”, “igualdad de género”, “ciudades y comunidades sostenibles» y “paz, justicia e instituciones sólidas”.
Para su primer año operativo, la FIFA le entregó 4,4 millones de dólares a la Fundación. No parecía mucho para una organización global que ese mismo año había facturado 4.600 millones de dólares. Pero para el año pasado se le duplicó el presupuesto y a su programa Football for Schools le asignaron 100 millones. Entre las posibles fuentes de financiamiento también pueden aparecer donaciones, herencias y obsequios, según detalla su página web. De hecho ahí mismo dice que su objetivo es “recaudar 1.000 millones de dólares”.
El escándalo político y judicial del FIFA Gate —que terminó con dirigentes del fútbol sudamericano presos y en el que se investigaron posibles sobornos en las elecciones de Rusia 2018 y Qatar 2022— borró mucho de lo que se había escrito en la era del tándem formado por el anterior presidente de FIFA Joseph Blatter y Julio Grondona, al menos desde lo formal. Para mostrar transparencia proliferaron los programas sociales. Hubo nuevos nombres, como Forward 2.0 o Leyendas, con grandes jugadores, y la Fundación apareció también en esa dirección. Todos estos reemplazaron al Proyecto Goal que manejaba Blatter y que, según las denuncias del FIFA Gate, era utilizado para comprar votos.
“Es gracioso porque tiene menos de dos años, pero desde que Macri fue anunciado como su nuevo presidente, analistas locales la han descrito como ‘una de las Fundaciones más importantes del mundo’. Para el volumen del dinero de FIFA sólo representa el 0,01% de sus ingresos”, dimensiona el periodista Ezequiel Fernández Moores. “Los dos únicos miembros que tiene la Junta de la Fundación tampoco son precisamente conocidos: la ex jugadora Sonia Fulford (presidenta de la Federación de fútbol de Islas Turcas y Caicos) y Lydia Nsekere (presidenta de la Federación de Burundi). Nsekere reemplazó a Kuesi Nyantaky, el abogado ghanés que duró apenas unos meses, cuando entendieron que no era bueno que un banquero acusado de recibir sobornos y arreglar partidos siguiera integrando la Junta”, agrega.
Luego de la foto en su nuevo escritorio, Macri tuvo una reunión con los empleados de la fundación. No fueron jornadas extensas pero para muchos sirvieron para que se concretara la presentación formal, que no se había dado de manera remota en los meses transcurridos desde el nombramiento. Para esta nota fue requerida a la comunicación oficial de la FIFA la agenda del ex Presidente en su estadía helvética, pero la respuesta no tuvo toda la información requerida: sólo compartieron dos actividades, que son las que subieron a la página de la fundación: un acuerdo firmado con una empresa de agroquímicos y el difundido picado con Infantino y ex jugadores.
La que fue presentada por los diarios argentinos como la primera actividad oficial de Macri en Zurich fue anunciada a diez días de su llegada, el 25 de agosto. La Fundación FIFA firmó un acuerdo de colaboración con la empresa de capitales indios UPL Ltd, quinta productora de agroquímicos a nivel mundial, que colaborará con los programas escolares en Sudamérica del organismo que preside el argentino. Algunos recordarán a la multinacional porque en la gira presidencial de febrero de 2019 por India, Vietnam y los Emiratos Arabes, UPL ofició de anfitriona de Macri, ya que en su sede se organizó un encuentro con su directorio y luego una rueda con empresas indias con intereses económicos en la Argentina. Allí Macri conoció al director Ejecutivo de UPL, Jai Shroff, con quien ahora se reencontró en Zurich para la firma del acuerdo.
Luego del anuncio con los indios llegó el día del partido en la cancha principal de lo que se denomina “La casa de la FIFA”. Los que estuvieron allí relataron que fue el único momento en que a Macri se lo vio desenvuelto y realmente sonriente. Del partido participaron el propio Infantino, Djorkaeff, Esteban Cambiasso y varios jugadores argentinos y suizos. Macri jugó de volante por la izquierda y su equipo ganó 3 a 2. Habló mucho con Cambiasso e Infantino y se sacó fotos con todos los jugadores. “Además de lo que salió en los medios, Mauricio tuvo varias actividades más. Estuvo con el Presidente Macron en Francia para charlar sobre sus tareas en la fundación. La agenda de FIFA es bastante discreta y no se anuncia todo lo que se organiza. No es cierto que cayó de improviso a Zurich. Djorkaeff no estaba en Suiza cuando llegó pero eso estaba consensuado. Él había decidido irse antes de la cuarentena y luego prefirió esperar a que la situación en Europa mejorara para viajar”, explicaron desde el equipo de comunicación de Macri.
En la reunión de trabajo con el grupo que lleva adelante la fundación, el ex Presidente contó su intención de lanzar un plan de educación digital en el marco del programa Football for Schools. Explicó que la intención estaba inspirada en el Plan Integral de Educación Digital (PIED), el programa que reemplazó a Conectar Igualdad después de que Macri llegara a la presidencia, muy criticado desde la gestión actual en el Ministerio de Educación.
“El PIED provocó un retroceso respecto de políticas de inclusión, justo lo que declama la fundación de Macri. El plan anterior englobaba a Conectar Igualdad, con alcance en escuelas primarias y secundarias, con formación docente y una idea de cercanía y que cada chico tuviera su computadora. El PIED plantea una distribución recortada, con carritos con un par de computadoras, cámaras y dispositivos varios. La importancia del modelo uno a uno, un chico una notebook, se ve ahora en la pandemia. No es un bien de lujo. Para que los chicos crezcan familiarizados con lo que se les propone tienen que apropiarse de la tecnología. También con el PIED cambió la política de formación docente y del acompañamiento situado por cursos virtuales, tutoriales y recetas”, detalla Laura Penacca, directora de Nivel Secundario de Educación de Nación y ex directora de Conectar Igualdad.
Para entender qué hace Macri en Suiza es preciso comprender su relación con Infantino. Sus primeros contactos se remontan a mayo de 2016. Macri no se acomodaba en la gestión y pedía esperar al segundo semestre y el suizo llevaba apenas un mes a la cabeza de la FIFA después de ganarle un balotaje al jeque Salman bin Ibrahim Al-Jalifa de Bahrein. El Presidente argentino llamó a Infantino para que interviniera la AFA, que en ese momento tenía dirigentes y ex funcionarios imputados por la investigación del Fútbol para Todos y que venía del 38 a 38 que había dejado a Marcelo Tinelli noqueado y afuera de su pelea por el sillón de la calle Viamonte. Infantino aceptó el pedido de Macri y permitió en la AFA una Comisión Normalizadora, bastante a medida de las necesidades políticas del ex presidente de Boca.
Infantino y Macri son hijos de calabreses y la cercanía de sus ancestros ayudó a cimentar una relación de ayudas mutuas. Varios recuerdan la inédita presencia de Infantino en la reunión del G20 en diciembre de 2018 en Buenos Aires. El presidente de FIFA participó de una actividad junto a la entonces titular del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, y habló frente a líderes mundiales como Donald Trump, Vladimir Putin o Angela Merkel. En esos días en la Argentina participó de decenas de actos oficiales, de una gala en el Colón y no paró de agradecer la hospitalidad de Macri ante todo el que lo consultara. Fue un gesto que el suizo no iba a olvidar.
“Infantino no puede quedarse eternamente en la FIFA. Este es su último mandato. Para sus intenciones políticas, ese espaldarazo de Macri lo ubica en un lugar de privilegio. Muchos encuentran ahí las explicaciones de su nombramiento en la fundación”, analiza Fernández Moores.
Macri no es el único que tiene problemas con la Justicia en su país. En estos meses Infantino afronta un proceso judicial por abuso de autoridad, violación de secretos oficiales y obstaculización de la acción penal. La causa se basa en las repetidas reuniones que tuvo en 2016 con el ex fiscal encargado de investigar causas de corrupción que rodean a la FIFA luego del FIFA Gate. Hace diez días la FIFA sacó un comunicado en el que sostiene que no hubo ningún delito en el proceder de su presidente. Nadie sabe en qué derivará el caso pero los vínculos creados con líderes del mundo, que se encargó de alimentar luego del encuentro en Buenos Aires, servirán para aliviar situaciones no deseadas.
Macri es un hombre de confianza de Infantino y también de Qatar, gran aportante del dinero en la FIFA en estos momentos. Habría que recordar sus vínculos con el poderoso emir Hamad bin Jalifa Al Thani. El líder qatarí, millonario y fanático del fútbol, compró una enorme estancia en la Patagonia por recomendación del argentino. También el ex Presidente intervino personalmente para que el emir auspiciara la camiseta de Boca en tiempos de Daniel Angelici. El vínculo no es un detalle menor. A pesar del escándalo por los supuestos sobornos para que Qatar sea sede del Mundial 2022, Infantino nunca cuestionó esa elección. Los vientos de transparencia que venían con él no soplaron sobre los millones del petróleo y el gas de los asiáticos.
Macri voló a Suiza tratando de entender qué hay para él en esas oficinas vidriadas y modernas. Sabe que no le demandarán ningún esfuerzo que no quiera hacer y es una buena excusa para viajar fuera de Argentina cada vez que lo desee. Si hay algo que realmente lo cautiva —y que se puso en evidencia en cada encuentro con altos mandatarios durante su gestión— es hablar y estar en contacto con el fútbol. Hay que recordar que desde el fútbol siempre saltó hacia sus otros objetivos. Y ahora, a falta de una perspectiva política local, la FIFA es un lugar donde puede tender redes, seguir construyendo poder y donde también se pueden hacer muy buenos negocios.
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