Macri en la FIFA y los negocios con Qatar
Gianni Infantino asumió la
presidencia de la FIFA en 2016 con la supuesta intención de limpiar la imagen
de esa institución involucrada en casos de corrupción y sobornos. Pero nada de
eso ocurrió. En 2019 designó a Mauricio Macri para dirigir la Fundación FIFA.
Infantino y Macri comparten vínculos estrechos con Qatar, gran aportante de
dinero en la FIFA. Durante su gobierno, Macri recibió a su amigo el emir qatarí
Hamad bin Jalifa Al Thani, autorizó a Qatar Petroleum para hacer exploración
off shore de hidrocarburos en el mar argentino. Además, negoció que Qatar
Airways fuera sponsor de la camiseta de Boca e impulsó al emir a comprar
tierras en la Patagonia. ¿Siguen los negocios?
Aunque aún no queden claras sus
funciones reales como presidente de la Fundación FIFA, la estadía de Mauricio
Macri en Suiza durante agosto entregó varios datos certeros de sus relaciones
en la sede central de la FIFA en Zurich. En fotos de presentaciones y partidos
de fútbol se mostraron juntos el ex presidente argentino y el titular de la
FIFA, Gianni Infantino. Parte de la designación de Macri fue cimentada en la
confianza y el agradecimiento que suizo le tiene por llevarlo a la cumbre del
G20 en Buenos Aires. Pero hay otros lazos cercanos que también lo posicionan al
ex presidente de Boca en un buen lugar para hacer negocios, que son los
estrechos vínculos con uno de los grandes proveedores de dinero del fútbol
global: el riquísimo emirato de Qatar.
En febrero de 2016, Infantino asumía
en la FIFA con el apoyo de su bastión europeo y de las federaciones
sudamericanas. Después de ganarle un balotaje al jeque de Bahrein Salman bin
Ebrahim Al Khalifa, tenía la compleja tarea de cumplir con sus promesas de
transparencia en un organismo que aún estaba sacudido por los escándalos de
corrupción y las detenciones de dirigentes provocados por el FIFA Gate y las
sospechas de sobornos en las elección del Mundial 2022 en Qatar.
“Vamos a restaurar el respeto y la
imagen de FIFA”, dijo Infantino en el cierre de un discurso que apuntaba a
reformas de buen gobierno y claridad de gestión. Con una investigación en
marcha en los tribunales en Estados Unidos -que perdió a manos de Qatar la
candidatura- y luego de esas palabras, el mundo del fútbol esperaba para ver
qué sucedería con la candidatura del país petrolero, que estaba salpicada desde
su origen. Pero pasaron los días y nada ocurrió. Más bien todo lo contrario, el
dinero de Qatar comenzó a entrar a la FIFA como nunca antes antes.
Al año de asumir Infantino, la FIFA
anunciaba un acuerdo de patrocinio con Qatar Airways por 50 millones de dólares
por temporada hasta el Mundial de 2022. Como parte del contrato, la aerolínea
patrocinaría todos los torneos organizados por la FIFA en ese lapso. Todos. El
Mundial pasado en Rusia, las Copa Confederaciones, los Mundiales de Clubes, los
Mundiales de fútbol femenino y, por supuesto, la Copa de Qatar. Además, tendrá
presencia de marca en Mundiales Sub-20, de Futsal de la FIFA y otros eventos.
El enorme negocio hacía olvidar las promesas de campaña. Qatar pasaba de
sospechado a socio ideal.
Millonario, fanático del fútbol,
líder político de su país, el emir qatarí, Hamad bin Jalifa Al Thani, tuvo una
conexión automática con Macri. Durante el mandato del argentino mantuvieron
tres encuentros protocolares, entre ellos una visita de negocios a Buenos Aires
con 140 empresarios. De hecho, entre varios acuerdos, en 2019 el Gobierno
autorizó a Qatar Petroleum a hacer exploración off shore de hidrocarburos en el
mar argentino.
Durante la gestión de Daniel Angelici
en Boca, Qatar Airways se convirtió en el sponsor de la camiseta y Macri
intervino personalmente para que se hicieran esas gestiones. También el
proyecto de remodelar la Bombonera estuvo vinculado a capitales qataríes. Ese
plan estaba relacionado con la candidatura del Mundial 2030 y a la continuidad
del macrismo en el club, algo que finalmente no sucedió.
En algunas de sus habituales
conversaciones, Macri también convenció al emir de comprar una estancia con
28.000 hectáreas en la Patagonia, cercana a la del millonario inglés Joe Lewis.
Al Thani, de 40 años, está a la cabeza de la organización de su Mundial.
También estuvo a cargo del desembarco qatarí en el París Saint-Germain y del
abierto de tenis de Doha. Allí se hizo amigo de Gastón Gaudio, quien luego lo
acercó al Macri presidente.
Apenas unos días después de dejar el
poder, en diciembre de 2019, mientras en el Congreso se discutía leyes por la
emergencia económica, Macri sorprendía con su primer vuelo sin agenda rumbo a
Doha, la capital de Qatar. Hacia allí fue con Juliana Awada para ver la final
del Mundial de Clubes, entre el Flamengo y el Liverpool. En el estadio lo
esperaban buenos amigos.
Más
favores para Macri
El reciente Congreso remoto de la
FIFA dio una muestra más de que Macri cuenta con la protección de Infantino. El
suizo aún agradece que el argentino le presentara a Donald Trump, a quien ya
vio tres veces desde la cumbre del G20 en Buenos Aires. Contra todo pronóstico
y en oposición a los deseos del presidente de la AFA, Claudio Tapia, la FIFA
decidió la continuidad del fiscal y operador macrista en la Justicia,
Juan Bautista Mahiques, que cumple funciones en el tribunal de resolución de
disputas del fútbol europeo. Tampoco fueron tocados en la Confederación
Sudamerican Christian Gribaudo –candidato derrotado en Boca– y Diego Pirota,
los dos promovidos por Angelici para la Comisión de Transparencia y el Tribunal
de Disciplina.
A finales de enero, Macri sorprendió
en sus redes sociales con su designación como presidente de la Fundación FIFA.
Pocos tenían en claro de qué se trataba su nuevo puesto y debieron googlear
para saber más datos del organismo creado en 2018. El propio Infantino aparece
como titular de la Junta de la fundación. El CEO y brazo operativo es el ex
delantero de la selección francesa Youri Djorkaeff. Entre las metas que el
organismo pregona se destaca la “herramienta social y educativa en los
lugares más desfavorecidos”.
Para su primer año, la FIFA le
entregó 4,4 millones de dólares a la Fundación. En principio, no parecía mucho
para una organización que facturó 4.600 millones de dólares. Pero para el año
pasado, el presupuesto se duplicó y a su programa educativo Football for
Schools le asignaron 100 millones. Como dice en su página web, sus fuentes de
financiamiento también pueden ser “donaciones, herencias y obsequios. En el
sitio también menciona que su objetivo es “recaudar 1.000 millones de
dólares”.
La Fundación puede resultar un lugar
cómodo, sin grandes responsabilidades, que le permita a Macri salir de
Argentina cuando lo precise y que, si se desdibujan sus posibilidades políticas
en el país, le resultará un buen lugar para construir poder, hacer negocios y
habitar en el mundo del fútbol, algo que disfruta y conoce. Como se ve, los
vínculos y las relaciones no le faltarán si quiere ir en esa dirección.
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