Ya había publicado esta nota cuando me llegó el despacho de la agencia Télam, una amplia cobertura del acto realizado ayer a orillas del río de La Plata. Recomiendo enfáticamente que lo lean. Si así lo hacen, posiblemente coincidan conmigo en la apreciación de cuan importante es que el contencioso entre quienes privilegian el canal de Punta Indio que se inicia en las cercanías de Montevideo (controlado por las multinacionales) como puerta de ingreso al Paraná y egreso al océano y quienes reclamamos se drague y profundice el Canal de Magdalena, tal como estaba previsto (están hechos los estudios técnicos y aprobada una partida para ello en el presupuesto nacional) no se salde en detrimento de los intereses de la inmensa mayoría del pueblo. Se trata de un asunto de importancia vital junto a otras medidas de urgencia, como conseguir que se pese sin trampas lo que sale por todos los puertos ribereños del Paraná y el Plata.
Hackers de las multinacionales que operan en la cuenca del Plata atacaron a los patriotas reunidos por Zoom
Tropas de la Confederación al mando del general Mansilla combaten con la escuadra anglofrancesa en la Vuelta de Obligado.
Durante la reunión por ZOOM de este martes 16 de Marzo de 2001, los hackers de las multinacionales de la licitación del dragado del Paraná y Río de la Plata, ahogaron, primero la exposición del general de Brigada (RE), Fabían Brown y luego interrumpieron con palabras soeces y música al Ingeniero Héctor Tettamanti.
Durante la reunión por ZOOM de este martes 16 de Marzo de 2001, los hackers de las multinacionales de la licitación del dragado del Paraná y Río de la Plata, primero ahogaron la exposición del general de Brigada (RE), Fabían Brown, silenciándolo, y luego interrumpieron con palabras soeces y música al Ingeniero Horacio Tettamanti, quien resultara el punto de apoyo de la lucha de los expertos contra la entrega de la soberanía nacional en las vías navegables de la Cuenca del Plata.
Claramente se enfrentan dos proyectos en este tema.
Uno de ellos es el de las Multinacionales que manejan la entrada y salida de mercaderías a través de la ruta fluvial del Paraná y el Río de la Plata cuyas orilas pertenecen a la Nación argentina y a varias provincias cuya ribera bañan las aguas que supieron ser defendidas con honor y coraje en las gloriosas batallas de la Vuelta de Obligado y punta Quebracho, donde las fuerzas de Lucio Mansilla enfrentaron a las dos flotas de guerra más importantes del mundo, en ésa época, Francia y el Reino Unido en torno a Inglaterra.
Los extranjeros buscaban la libre navegación de los ríos interiores para entrar y salir sin controles por el Río de la Plata y el Paraná y llevar así sus mercaderías al Paraguay, cuya capital estaba, por entonces floreciente.
A la postre, los intereses anglofranceses tuvieron que retirarse con sus telas y demás exportaciones, tal como las trajeron, a su casa.
«Los argentinos no somos empanadas que se comen de un solo bocado» comentó el general don José de San Martín, al respecto.
Pero durante el menemismo, todo eso se violentó y Argentina abrió sus piernas para que se llevaran todo y su entrada y salida estuviera abierta y receptiva, en un proceso de entrega total de nuestro patrimonio al gigante predador del norte de América, cuya supremacía en el final de la Guerra Fría, parecía darle la razón a los cipayos y vendepatrias.
Un grupo de valientes patriotas, el teniente de fragata (RE), Julio Cesar Urien, el general de brigada (RE), Fabián Brown, el ingeniero Horacio Tetamantti, ex subsecretario de Puertos y Vías navegables de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, comenzaron a cuestionar el decreto 949/20 que se emitió desde el Ministerio de Transporte a cargo de Mario Meoni. A través del cual, a su vencimiento, se licitaría el dragado del Paraná y el Río de la Plata favoreciendo la llegada hasta las cercanías de Punta de Indio, para a través del cabal que cruza el estuario, consolidar el puerto de Montevideo, bajo control de las multinacionales, como gran centro de ingreso y egreso de mercaderías.
A pesar de que están concluidos los estudios y se dispone del dinero -reservado ene l Presupuesto Nacional- para ejecutar las obras del Canal Magdalena, esto se viene retresando porque las «multi» no quieren que las naves se vayan ni ingresen por allí; quieren que todo pase por Montevideo, puerto al que le dio preferencia Mauricio Macri, sirviente de los gigantes de la importación y exportación y de los fondos buitres concurrentes.
De consolidarse la vía de Punta Indio, Argentina quedará totalmente excluida del control de lo que entra y sale por las vías navegables de la Patria, y por allí seguirán escapándose cuantiosas fortunas que nunca ingresarán al erario del Estado argentino. Por el contrario, a través de la exportación de granos, petróleo, droga, a través de los productos que figuran como «blancos» y otras yerbas, se seguirán fugando dinero y soberanía que en este caso van juntos.
Porque ¡ojo! el puerto de Montevideo es el punto de abastecimiento de los buques británicos que van a Malvinas y allá en el sur, en la extensa y valiosísima plataforma submarina, poblada de riquezas minerales e ictícolas, que las Naciones unidas han reconocido como parte del territorio nacional, Gran bretaña se sigue instalando, con el proyecto de quedarse también con la Antartida argentina, el sur del Océano Atlántico y el estrecho de Magallanes como paso al Asia, donde China se ha convertido en la primera potencia económica mundial y desde donde prevé iniciar una nueva ruta de la seda.
No parece confiable el ministro Meoni, que logró que se publicara el decreto 949/20 en el Boletín Oficial, justo el día después de la muerte de Diego Maradona, cuando todos los argentinos estábamos abrumados y enfocados en la perdida del 10 del alma de la Patria.
Desde entonces no ha hecho otra cosa que reuniones con provincias y universidades con la intención de generar un consenso falaz acerca de la seriedad de su decreto, convirtiendo la defensa de la soberanía de los patriotas, en un «ruido» de ocasión.
Unos meses antes, el Presidente había anunciado la constitución de una empresa estatal integrada por la Nación y las provincias ribereñas que administraría ese tráfico velando por la soberanía e intereses de la Nación que su sustitución por una empresa privada dejaría sumidos en el olvido. Ninguneados. Taponados con tanta hojarasca informativa.
El canal Magdalena implica preservar es la soberanía en Atlántico sur, las Malvinas, la Antártida y el estrecho de Magallanes. La riqueza del suelo marino, la pesca soberana, todo lo que se encuentra debajo y sobre la nueva, expandida plataforma submarina. Y tener una ribera poblada.
Punta Indio y el puerto de Montevideo son el punto de apoyo y control de todas esas riquezas y las riquezas del Alto Paraná en manos y control de las multinacionales del dinero y del poder mundial.
Los hackers de las «Multi» han atacado la conferencia por zoom del «Frente de la Soberanía nacional. La han impedido, dejando su mensaje de que no nos metamos con su negocio, su poder, sus intereses y su despliegue de maldad insolente.
Nosotros volveremos a intentarlo.
La Patria nos llama en su defensa.
Le pedimos al señor Presidente que abra un amplio debate nacional, que atienda a nuestra preocupación y argumentos.
No sabemos si ese decreto es parte de las «condiciones» que solicitan el FMI y los «Fondos Buitres «para ceder alguna cosa, en sus negociaciones con el equipo económico.
Que se abra la discusión.
Que nuestro Ejecutivo blanquee lo que sucede que el pueblo argentino lo va a apoyar en su decisión patriótica.
Estamos interesados en aportar y consensuar apoyando lo que sea razonable, que ahora parece no serlo.
No estamos dispuestos a renunciar «al paso» a nuestro destino de grandeza como pueblo libertador.
No es que individualmente seamos tan importantes, ni nadie se arrogue otra jerarquía que la que surge de la historia de nuestros grandes hombres y mujeres y la noble y sacrificada militancia de nuestros compañeros.
Pensamos, con el general San Martín, con Rosas en el sitio de Montevideo, con el general Perón en la Independencia económica, la soberanía política y la justicia social.
Como expresaba Néstor Kirchner: “Soñamos, acompañamos a nuestros héroes, sufrimos, nos dolió y lloramos todo lo que nos fue sucediendo, pero también siempre recordamos con profundo amor cristiano y argentino a estos patriotas, hoy muchas veces olvidados, que fueron y defendieron como corresponde los intereses de la Soberanía Nacional, palabras tantas veces olvidadas y que nosotros desde el sur la volveremos a instalar en el corazón de toda la Patria.”
La historia mira a nuestros gobernantes y dirá su veredicto.
El pueblo argentino también, reconocerá sus méritos y condenará sus traiciones.
«Los argentinos no somos empanadas que se comen de un bocado»
Ni lo vamos a ser.
¡Viva la Patria!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario