La batalla cultural tendrá que priorizar el enfrentamiento con todas las formas de per saltum, porque si no, seguiremos tomando el gato por liebre, o la hiena por león
, escribe Alfredo Grande. Una miniserie, el punitivismo, la privatización de Aerolíneas Argentinas y los dispositivos político culturales.Por Alfredo Grande
(APe).- El “per saltum” como dispositivo consiste en
saltear una parte sustancial del origen de tal modo de poder convalidar
cualquier destino. La institución del matrimonio, con un “per saltum” de su
origen, permite convalidarla desde el amor, la familia, los hijos. La única
convalidación fundante del matrimonio es el patrimonio. La única
convalidación fundante de la familia es que el patriarca tuviera servidumbre
esclava. Los destinos son idealizados y, por lo tanto, legitimados, y el
origen, mucho más terrenal y prosaico, es “persalteado”.
Los más terribles secretos están en el origen, que,
si bien puede ser más conjetural que fáctico, no debe ser obviado en toda
política revolucionaria. El peronismo en su origen tuvo su logro más exitoso en
la anulación, la desestimación, la cancelación, diría ahora, de la lucha de
clases. Instauró la armonía capital-trabajo. Lo cual era imperioso en la
posguerra, ante el temido avance del comunismo real. No sería nada extraño que
esta afirmación fuera calificada de “gorila”. Entre otras cosas, porque también
se ha perdido el origen del concepto “gorila”. Perdido su origen, el destino es
su uso permanente para descalificar toda crítica a las distintas formas del
peronismo en la actualidad.
Como todo dispositivo político cultural, tiene su
pata, mejor diría su pezuña, jurídica. Se trata de una figura que viene del
antiguo derecho romano. De hecho, en latín quiere decir “por salto”. En Roma,
el emperador podía fallar a pedido de la parte que se consideraba damnificada
en una sentencia, y así el César dictaba sentencia en lugar de la instancia de
apelación. En ese caso, el emperador fallaba y le devolvía al juez de
primera instancia la sentencia con la indicación sobre cómo proceder.
Gracias al per saltum, se privatizó Aerolíneas
Argentinas, en la dorada Argentina del menemato. El “per saltum” es un
salto. Salto al vacío del mercado, pero salto al fin. El “per saltum” es la
institución del privilegio y una desmentida total de la máscara democrática.
La batalla cultural tendrá que priorizar el
enfrentamiento con todas las formas de per saltum, porque si no, seguiremos
tomando el gato por liebre, o la hiena por león. Una forma siniestra actual es
tomar la llamada delincuencia juvenil como destino amputada de su origen. Con
la ayuda inestimable de la serie “Adolescencia”, que ha tenido un análisis
brillante por parte de Silvana Melo y Claudia Rafael. El destino es el
punitivismo cuando el origen es “per salteado”. Satisface uno de los postulados
de la cultura represora: culpa y castigo. La demolición de las infancias, plan
sistemático de las culturas represoras, fue conseguida desde hace al menos 10
generaciones. La maquinaria hipócrita del día internacional del niño por nacer,
hace un cínico “per saltum” del niño ya nacido.
La catástrofe sanitaria, educacional, habitacional,
presente desde antes del nacimiento, es uno de los orígenes ocultos que la
hipocresía y cinismo burgués legitiman en eso que se llama punitivismo. Los y
las responsables de la catástrofe no son condenados. Los destinos de esas
catástrofes, infancias y adolescencias destruidas, son castigados sin piedad.
Nueva versión del apotegma represor dictatorial: “¿usted sabe dónde está su
hijo ahora?”. Aunque esté en el dormitorio, ya no importa, porque es un dormitorio
digitalizado.
Cuando escribí “La restauración digital conservadora” no
pude anticipar la deriva reaccionaria de “Adolescencia”. El código penal es el
código más reaccionario. No es solamente un conflicto entre “garantismo” y
“punitivismo”. El objetivo es ocultar el origen de
todas las formas de la llamada delincuencia. Por algo se exalta la seguridad
como un tema policial. No hay lugar más inseguro que un supermercado, donde el
robo está legalizado.
El per saltum es otra de las herencias represoras
del derecho romano. Nuestra batalla cultural tiene que demolerlo. Por la
sencilla razón de que hay muchas batallas culturales por la liberación, y no
hay ninguna más importante que otra.
Por último, no es una frutilla y menos del postre.
“Hoy se publicó la Resolución 205/2025 del
secretario de niñez Ordoñez, que dejó sin efecto de manera inmediata el
programa AUNAR FAMILIAS. Cientos de chicos y chicas que sufrieron en sus grupos
familiares de origen ya no contarán con recursos para que sus tíos, padrinos o
madrinas, hermanas mayores les brinden un cuidado amoroso y respetuoso de sus
derechos”.
Obviamente, la opción por el punitivismo y el
desconocimiento del origen, es bandera libertaria para que la libertad no
solamente no avance, sino que retroceda hasta por lo menos el imperio romano.
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