Revolución es hacer cada día de nuestro pequeño espacio, un lugar digno de habitar
"La Maldita Máquina de Matar" Pinchevsky/ Medina

domingo, abril 28, 2024

LOS SONIDOS DEL SILENCIO SUBTITULADA AL ESPAÑOL - SIMON & GARFUNKEL


 

LAS PROTESTAS DE PESAJ


Elige tu propia batalla

 

La cadena nacional de Milei el lunes, en las vísperas de la festividad judía de Pesaj que conmemora la liberación del pueblo que fue esclavizado en Egipto, fue particularmente apropiada para un líder que se compara con Moisés. Como el profeta judío, reconoció la dificultad del momento y alentó al pueblo a seguir marchando hacia la tierra prometida (libertaria).

Según una interpretación, los judíos estuvieron 40 años sufriendo en el desierto para que ninguna persona que haya sido esclava entre a la tierra prometida. Esencialmente, esperaron un recambio generacional, que incluyó a Moisés, que murió después de haber vislumbrado Israel a la distancia.

El discurso del Presidente, en cadena nacional en vísperas de la fiesta que recuerda la liberación de los esclavos judíos de Egipto, deja picando si deberemos sufrir en el desierto por una generación, para que los que lleguen a la tierra prometida libertaria no hayan conocido nunca al peronismo y el Estado presente.

Ciertamente, algunos podrían considerar idónea la analogía sugerida por el Presidente: que el momento actual es un camino de purga necesario a través del desierto económico para llegar a una tierra prometida de abundancia de algunos. Pero el viejo chiste de los dos judíos y las tres opiniones es regla de oro para la interpretación talmúdica, las leyes que gobiernan la vida judía y elaboran teorías sobre los (relativamente) escuetos textos de la Torá, la biblia hebrea.

Siempre, siempre, hay más interpretaciones. La cena de Pesaj, el seder, celebra la libertad y marca vehementemente la necesidad de recordar las atrocidades del pasado (para que nunca más se repitan). Es una festividad que invita a contemplar los vínculos entre la libertad, responsabilidad y respeto al prójimo.

La Hagadá, el libro que guía la ceremonia del seder, enseña que no son desafíos del pasado, sino que “en cada generación se alzan contra nosotros para destruirnos”. Es profético. Efectivamente, la festividad fue disparadora de una violencia profunda a través de la historia, motivada por las “calumnias de sangre” —mentiras de la iglesia medieval que alegaba que los judíos usaban sangre de niños cristianos para fabricar matzah, el pan sin leudar que simboliza la celebración de Pesaj—. El Pogrom de Kishinev de 1903, que puso en el léxico la modalidad de ataques a pueblos judíos en Rusia, se disparó en la fecha de Pesaj ante el rumor de que dos niños cristianos habían sido sacrificados por los judíos. El levantamiento del Gueto de Varsovia estalló en la víspera de Pesaj, cuando las fuerzas nazis entraron al enclave y se enfrentaron con su primera rebelión urbana y la resistencia judía más larga del Holocausto. Se convirtió “en un símbolo de la batalla de unos pocos contra muchos, de la libertad y el poder del espíritu humano”, explica el museo del Holocausto Yad Vashem.

Los alemanes entraron al gueto mientras los residentes celebraban el seder, como podían.

“En medio de esta destrucción, la mesa en el centro de la habitación parecía incongruente con vasos llenos de vino, con la familia sentada alrededor y el rabino leyendo la Hagadá. Su lectura estuvo marcada por explosiones y el ruido de ametralladoras; los rostros de la familia alrededor de la mesa estaban iluminados por la luz roja de los edificios cercanos en llamas”, escribió posteriormente Tuvia Borzykowski, un miembro de un grupo de lucha judío.

Estas historias de la festividad se prestan a la protesta —como la masiva marcha multitudinaria en defensa de la educación pública que se llevó a cabo el martes—. Para muchos de nosotros, la protesta, la marcha, también es un ritual importante que se repite a través de la historia. Las familias, los amigos, se juntan en calles, esquinas cotidianas que se resignifican por el simbolismo del momento. Juntos defendemos algo, nos definimos hoy basándonos en tradiciones que siguen siendo relevantes. Esto también es Pesaj.

La elección de Milei, protagonizada por el negacionismo acerca de las atrocidades dictatoriales, fomentó el miedo a que se derrumbe el pacto democrático. Las protestas en torno a lo laboral, los derechos humanos y, más enfáticamente, la educación pública, marcan la cancha del pacto democrático esencial argentino.

Se destaca la participación de políticos y personalidades de derecha, señal de que se están definiendo ejes vertebrales que marcan el límite de acción para el gobierno de Milei —como fue el rechazo al 2x1 en el 2017—. En un momento en el que la oposición carece de proyecto político claro —más que oponer—, las protestas legitiman los rechazos políticos. Sin embargo, también muestran la vigencia de la crisis de representación que impulsó a Milei mismo: ni con un acuerdo transversal ciudadano tan tajante pudieron avanzar en el Congreso paralizado con la sesión que trataría la financiación de las universidades públicas que todos habían salido a apoyar en las calles. Una veintena de diputados que apoyaron la marcha no consideraron relevante su poder legislativo para dar respuesta al masivo reclamo ciudadano.

Ante la situación macro, las políticas del gobierno que comenzó con grandes reformas se tornan cada vez más reactivas. Milei se topa con una realidad evidente en los círculos políticos: gobernar es difícil. La realidad no es una teoría, es desprolija. ¿Está en camino de la adolescencia idealista a la adultez pragmática?

Cierta brecha entre el discurso y la práctica del gobierno vendría a ser el statu quo en la política —la realidad nunca cumple prolijamente con la teoría, evidentemente gobernar es más desafiante de lo que parecía ser desde la oposición—. Pero la creciente distancia entre el vehemente discurso libertario del Presidente Javier Milei y sus nuevas políticas selectivamente intervencionistas en el mercado son particularmente disonantes con la razón de ser de su gobierno: a saber, romper con y a la casta.

El hecho de que Milei mantenga el apoyo popular, a pesar de las manifiestas fallas de sus políticas, evidenciadas por los chanchos reveses que dominaron la agenda pública en estas semanas —la batalla contra los aumentos en las góndolas, los ataques a los precios de las prepagas que el mismo gobierno desreguló con bombos y platillos en diciembre—, muestra la profundidad del rechazo hacia los partidos políticos establecidos, que sigue siendo más fuerte que los traspiés del actual gobierno.

Es sólo el quinto mes de una presidencia de tanta intensidad que se siente que está hace años. La pregunta del millón sigue siendo hasta dónde va a aguantar ese balance que favorece al gobierno. Lo que sí se entiende es que eventualmente el gobierno de turno se tiene que hacer cargo —o bien, sus votantes le asignan la responsabilidad— por la situación actual.

La tradición de Pesaj celebra la salvación que brindó Dios a los judíos esclavizados. Pero también ordena que cada generación marque la fiesta poniéndose en el lugar de los judíos que lo protagonizaron, cada generación se debe entender como esclavo y liberado. Los progresistas entienden que invita a pensar en las injusticias actuales y otras historias de liberación, como los luchadores por los derechos civiles en Estados Unidos o los que luchan contra el totalitarismo. Estas interpretaciones marcan, además de lo divino, la relevancia de la agencia humana.

La Torá cuenta de las pequeñas resistencias contra las violaciones del faraón contra los judíos. Las parteras que en vez de matar a los niños recién nacidos judíos le mienten al tirano; la madre de Moisés, su hermana y su madre adoptiva, la hermana del faraón, que mantienen vivo al bebé sabiendo que es ilegal. Son las resistencias, las protestas de personas comunes que propiciaron la acción libertadora de Dios.

Elige tu propio Pesaj.

 

 

Carta al Sargento Kirk

 

A 47 años de la desaparición de Héctor Germán Oesterheld




Narrador y creador de inolvidables personajes de historietas, Héctor Germán Oesterheld es una figura insoslayable de la cultura popular argentina. En un nuevo aniversario de su desaparición, lo recordamos  esta vez a través de Juan Sasturain, quien asumió el compromiso de investigar, divulgar y escribir sobre la obra del “Viejo” en cada oportunidad que tuviera. Publicamos aquí su emblemática Carta al Sargento Kirk, que todavía espera ser respondida.

A modo de presentación

Para muchos pibes y jóvenes lectores de los años ’50 del siglo pasado, la aventura venía en formato de historietas. De guerra, de ciencia ficción, de “cowboys…”. Relatos que resultaron ser inaugurales, fundantes en la experiencia lectora (pre)adolescente. 
Además de Juan Sasturain, también –por ejemplo– Guillermo Saccomanno ha dado cuenta de esta escena iniciática1 en clave generacional y, al mismo tiempo, del efecto que produjo la aparición de Héctor Germán Oesterheld en el (siempre mirado de reojo) campo de la historieta.

 Hora Cero Semanal N°49. Agosto, 1958.

Oesterheld venía de escribir cuentos infantiles y artículos de divulgación científica. Es decir, es alguien que llegó por fuera del género. Sin embargo (o tal vez precisamente por eso) la originalidad de las historias y personajes -el Sargento Kirk, el Indio Suárez, Ernie Pike, Ticonderoga, Randall, El Eternauta, Sherlock Time, Mort Cinder…- sumado al trabajo con los mejores dibujantes de la época -Arturo del Castillo, Hugo Pratt, Francisco Solano López, Alberto Breccia - dieron como resultado que la irrupción de Oesterheld en el campo historietístico produjera la redefinición de las reglas del género para siempre.

La ambientación de la aventura en escenarios reconocibles (la cancha de River y la Plaza Congreso en El Eternauta, la Boca en Rolo, el marciano adoptivo, el tranvía hundido en el Riachuelo en Sherlock Time), la ruptura con los planteos maniqueos de buenos muy buenos y malos muy malos, la humanización de los personajes -incluso del enemigo-, la construcción de héroes con coraje, pero también con debilidades, contradicciones y dilemas éticos cambiaron la forma de contar, marcaron los modos de leer de varias generaciones y transformaron tanto el lugar como el sentido de la aventura.

Ayer nomás 

En los años '70, ya adultos, volverían sobre aquellas lecturas iniciáticas, pero ahora, para indagar sobre qué y cómo leían.

Un regreso que buscaba dar cuenta del género de la historieta en tanto objeto de estudio y experiencia de lectura en y desde el campo de la cultura popular. Gesto contrapuesto al descubrimiento de la historieta como arte, en clave académica o teórica, producido en los años ’60 y expresado en nuestro país, por ejemplo, en la exposición del Instituto Di Tella de 1968 en el marco de la Primera Bienal de la Historieta y el Humor Gráfico.

Es decir, una operación de relectura que conlleva conscientemente un acto de reivindicación de un género considerado muchas veces como “menor”, “marginal”, de “evasión”. Una revancha del gusto, al decir de Saccomanno.


La Carta

“Cada vez que necesité (¿necesité?) realizar algún ampuloso gesto público o privado de fe, una declaración de males, escupir o poner flores, incurrí en la poesía”2, deja constancia Sasturain.

Dice dudar o abjurar de algunos de esos textos porque yo, sugiere con gesto borgeano, (ya) soy otro.  No es el caso de la Carta al Sargento Kirk (ese soldado del Séptimo de Caballería que, asqueado de tanta matanza de indios y acosado por la culpa, decide desertar).

Allí, decíamos, no hay recule posible: “volvería a mandarla”3, afirma.

A partir de su publicación en 1981, en plena dictadura, y ya al tanto de la tragedia familiar narrada años antes por Elsa –esposa de Oesterheld– (la desaparición de Héctor en abril de 1977, sus cuatro hijas, dos de sus yernos y dos de sus nietos a manos de la dictadura genocida), Juan Sasturain ha venido escribiendo en diversos medios sobre la figura del escritor y militante.  

Informe N°14 de Cadena Informativa donde se denuncia y reclama por el secuestro de Oesterheld. Septiembre, 1977. Fuente: Gentileza Horacio Verbitsky.

Artículos, prólogos, poemas, cartas, libros, entrevistas… son algunos de los formatos elegidos para acercarse(nos) a la vida y obra del creador de El Eternauta.

A lo largo de los años con cada una de sus intervenciones Sasturain nos ha enseñado a (re)leer y a querer a Oesterheld y a sus entrañables personajes e historias.

La Carta al Sargento Kirk es un claro ejemplo. Sigue siendo documento de memoria, homenaje al “viejo” Oesterheld, agradecimiento/añoranza de aquel pibe que ansiaba la salida de Hora Cero, y toma de posición: aunque también en este presente puedan haber clarines y galopes con tufillo reaganiano, asumimos con Kirk que más vale luchar por una causa justa que hacerlo simplemente por dinero.

 

Edgardo Vannucchi

 

Carta al Sargento Kirk*

“Carta al Sargento Kirk” publicada originalmente en la revista Medios & Comunicación N°16, Junio, 1981.

Cañadón Perdido
Arizona State, USA

Querido Kirk, espero que 
al recibo de la presente
te encuentres bien, disfrutando
de un seco, enérgico verano
en el desierto –no recuerdo un
solo día de lluvia en tus
andanzas– en compañía de los
tuyos: Maha, el Corto y el
barbado Doctor Forbes.
Te aclaro –hace tiempo que
no tendrás noticias mías–
que si me vieras no me reconocerías:
he crecido un poco –eso sería lo
de menos–, tengo la cara llena de
pelos y se me han poblado los alrededores
de mujeres y de hijos.

Suelo tener la cabeza ocupada
en mil asuntos sin importancia y
casi he olvidado –te pido me perdones–
el episodio de Corazón Sutton, la
cara del cacique Pawnee y el nombre
del jefe de Fort Gibson.

En fin, bien sabes que han pasado                                                                                                  
algunos años desde entonces,                                                                                                            
cuando nos veíamos todas las semanas
y compartíamos una intimidad
que me enorgullecía.

Puedo darte –si quieres– noticias
de tus viejos: Hugo volvió a Italia
hace mucho y se dedica a ser
famoso y tratar de olvidarte en otros hijos.
A veces lo consigue: habrás oído
hablar del otro Corto, el Maltés, un
poco irónico para tu amistad pero
es hombre de agua y de este tiempo,
tu desierto puesto al día y
sin remordimientos.

En cuanto a Héctor, el viejo, no se fue.
Anduvo algunos años lidiando por estos
arrabales del mundo y de la democracia,
eligiendo bien en general
–me entiendes: del lado de los indios–
y no le fue mejor que a ti:
perdió amigos, el buen nombre en las
editoriales, cuatro hijas.

No es mucho en un país lleno de
sangre; es demasiado para un
hombre solo. Ahora es uno más en
una lista larga y llena de agujeros,
otros reciben tardíos premios
en su nombre.

Sargento Kirk. Guión: Héctor Germán Oesterheld. Dibujos: Hugo Pratt. Episodio “La caza del comanche”. Misterix N°225-229. Enero, 1953.

 

De tus amigos, algo te puedo contar.
Juan Salvo, el extraviado Eternauta,
volvió para juntarse con la gente, hizo
la guerra como un acto de amor, los
Ellos le dejaron la historieta y se
quedaron con la historia por ahora.

Ernie estuvo por Vietnam y fue
un fracaso: alguien tecleaba
la Remington por él, le trabucaba
los papeles o algo así.

De Ticon, nunca más supe. Tampoco de
Caleb o Numock, sólo versiones
muy lavadas de aquellos bosques grises
con indios adornados e ingleses de paseo.

Al infalible Randall
lo fueron desbancando oscuros primos
mellizos, malas fotocopias
de su sombría puntería. En fin...

Héctor Oesterheld con el Nº1 de Hora Cero Semanal. Allí apareció el primer episodio de El Eternauta el 4 de Septiembre de 1957.

Pero no era mi intención
llenar estas cuartillas con
recuerdos de amigos de papel o
carne y hueso. Claro que no.
Sin embargo, no sabría decirte
en realidad por qué te escribo.

Acaso sea la burguesa soledad, ciertas
mentiras descubiertas entre dientes o
el aire esquivo y apurado con que
paso delante del espejo.
Te diré que no es fácil andar
a esta altura del mundo y de
la historia personal. Extraño
tu ranch y tus caballos,
esa amistad viril sin psicoanálisis
y hasta olvido que en tu mundo
de comanches y balazos no
habría lugar para mi cobardía.

No me acuerdo ahora de grandes
cabalgatas ni de puñetazos providenciales;
sólo me queda una escena: el manchón
de una hoguera en la noche y
tu simple certeza para
explicarle al Corto que más vale
luchar por una causa justa
que hacerlo simplemente por dinero.

Los comentarios corren por tu cuenta,
pero en un país sin hogueras ostensibles
y el desierto almidonado por la espada
no es fácil leer tus aventuras sin
nostalgia. Y no digo la pavada
de la moda a lo Presley o los
Cadillacs del ‘50. Quiero decir
que todo se ha complicado en estos años
que han venido cortos, lluviosos, sin
verano, mal barajados para la aventura
y con un cierto aire de perdonavidas
del que te mira pasar porque mañana
te la dará sin asco y por la espalda.

Hoy ese pibe que cabalgaba a tu
lado a los doce años se ha
bajado del caballo, desensilló hasta que
aclare otra vez, la próxima,
el bueno, que le dicen.

Tú me recuerdas –la culpa es de él,
de Oesterheld, este tuteo literario que
entorpece los cariños–, tú me recuerdas,
te decía: cuarto grado, miércoles de mañana,
me comía la vereda en el camino hacia
el Hora Cero que desplegaba tu blanca y
seca geografía. Un desierto, un
cañadón, el atajo salvador,
un tomahawk en la punta de un indio,
una bala que buscaba tu brazo, el hombro
o alguna costilla cruzada en el
camino al corazón.

Hoy los tomahawks llueven de punta o
por televisión, las balas suelen encontrar
corazones grandes, vulnerables, ya no
hay atajos salvadores y no quedan sargentos
desertores en el Séptimo de Caballería.

Quiero decir que las historias tuyas
eran un prólogo simple, un golpecito en
el medio de la espalda hacia adelante.
La vida reservaba la sortija en un
recodo con la certeza de tus corazonadas.

Tapas de Hora Cero Semanal N°38, Mayo, 1958 y N°43, Junio. 1958. Sargento Kirk.

El mundo era un globo por inflar, una
mujer por besar, una escalera alfombrada por
el escenógrafo de la Paramount.

Sólo había que esperar
que el director golpeara las
palmas, alguien encendiera las luces,
y todo empezara de una vez.

Es cierto: todavía esperamos las palmadas,
el chasquido de la luz del set
y la metafísica patada en el culo
que nos mande a escena.

Pero no hay tiempo para las frustraciones
de la pequeña –chiquitiiiita– burguesía,
especie en extinción desde años ha
en sus variantes más coloridas.

Algunos suelen deambular por oficinas hostiles o
países aparentemente democráticos, sentirse
juntos en la cancha de fútbol o las
librerías de viejo, de pasada.

Correr como un imbécil por Palermo, creer
en Ramakrishna o el poder terapéutico de la
mosca en mano, en la confluencia cívico-militar
y otros fantasmas son estrategias endebles
para los que nacimos con el
empujón de tu mirada segura bajo el kepi
encasquetado con la solidez de los
ideales de la juventud.

Por eso es mentira esta película:
al fondo del cañadón, espaldas contra la
roca, con las balas y las flechas
silbando alrededor clásicamente,
viendo caer a la gente como moscas
–la idea es pobre, verdadera–
escuchamos un clarín salvador, un
galope nutrido de casacas azules y
banderita al viento. Pero no.
No venís vos al frente. Es Reagan.
Cambiemos de canal, de vida, de esperanza.

Al fin, querido Kirk, dear sargent,
espero que a la terminación de
la presente te encuentres bien,
en compañía –ya te lo dije–
de los tuyos y ahora también de los
(pedazos) míos, disfrutando
del aire limpio de un cielo
blanco de revista vieja.

Te informo, al respecto, que
ahora los kioscos son
verdes y blindados como los sueños
de un general de caballería
de estos tiempos, y que hay poco para
leer si no es en los ojos de la gente.

Tal vez por eso me dedico a juntar
figuritas con tu cara, tomar mate y
hacerme cada día más tanguero.
Una estrategia de amor, no
una coartada.

Pero tampoco es éste el lugar
para salvarse o encontrarle todas las
patas al gato personal, que nunca
importa demasiado sino a uno.

Al final, creo que está claro
–lo veo ahora, después de tantas
vueltas– que no pienso en volver
atrás ni pedirte un caballo fresco
de los que cría el Corto en sus corrales
para escapar de mí o de lo que sea.
Supongamos, mejor, que yo te invito
y te venís –o vienes, como quieras–, que
hay algo urgente por hacer y con
sentido: salvar a la muchacha, defender
a los indios o cualquier otra causa
siembre abierta. En eso estamos.

Un abrazo. 
Tu amigo 
Juan

(1981)

*Carta al Sargento Kirk fue publicada originalmente en la revista Medios & Comunicación N°16, en junio de 1981. 
Posteriormente fue incluida en otros libros y recopilaciones del autor: en El domicilio de la aventura (Colihue, 1995); en Carta al Sargento Kirk y otros poemas de ocasión (Gárgola, 2005); en El aventurador. Una lectura de Oesterheld (Aquilina, 2010) y en El versero (Gárgola, 2016).

Juan Sasturain

Nació en Gonzáles Cháves, Provincia de Buenos Aires. Es escritor, periodista, guionista de historietas y conductor televisivo.
Ha escrito novelas, cuentos, relatos, crónicas, guiones para historietas, poesía y ensayos. Es autor, entre otros libros de: las novelas Manual de perdedores 1 y 2 (1985 y 1987 respectivamente); Arena en los zapatos (1989); Pagaría por no verte (2008); El último Hammett (2018); los relatos de fútbol El día del arquero (1994); Wing de metegol - De qué hablamos cuando hablamos de fútbol (2004); los ensayos El domicilio de la aventura (1997); El aventurador. Una lectura de Oesterheld (2013); los poemas Carta al Sargento Kirk y otros poemas de ocasión (2005). Ha guionado la historieta Perramus (1990) con ilustraciones de Alberto Breccia. Fue jefe de redacción de la revista Fierro en su primera época iniciada en 1984 y director en la nueva etapa a partir de 2006.  Fue coguionista y conductor de los ciclos televisivos Ver para leer  (2007-2010) por Telefé; Continuará (2010-2014) por Canal Encuentro y Disparos en la biblioteca (2012) por Canal 7. Fue director de la Biblioteca Nacional (2020-2023).

DELIRIOS. Las vacas rojas clonadas y la destrucción de la mezquita de Al-Aqsa


“Sacrificio de vacas rojas”: palestinos denuncian un complot sionista para destruir la mezquita de Al-Aqsa y construir ahí el Tercer Templo

 

POR DONALD WAGNER* / NOTICIASHOLISTICAS

Lo último que necesitan los palestinos es otra crisis en su patria. No es suficiente que Israel continúe su guerra genocida en la Franja de Gaza con hambrunas agudas, más restricciones diarias a la ayuda humanitaria vital, más masacres y mayores pogromos de colonos en Cisjordania, donde ni los palestinos ni sus tierras están protegidos. Una guerra regional en Medio Oriente todavía se vislumbra como una clara posibilidad mientras Netanyahu crea que puede escapar de la prisión si continúa la violencia con el respaldo de Estados Unidos.

Hay una amenaza a la estabilidad regional que se la pasa por alto pero que fácilmente podría expandirse más allá del Medio Oriente hacia Asia y África y arrastrar a Estados Unidos a una contienda. El 9 de abril de 2024, varios líderes cristianos palestinos emitieron un boletín y una campaña de peticiones advirtiendo al mundo sobre las amenazas de extremistas religiosos israelíes y sionistas cristianos que tienen la intención de implementar un complot extraño pero letal para demoler la Cúpula de la Roca y Al- Mezquita de Aqsa, y construir sobre sus ruinas un Tercer Templo Judío.

El sueño de los ultrasionistas.

 

La Mezquita de Al-Aqsa (también conocida como “Al-Masjid Al-Aqsa” o la Mezquita Más Lejana) es el tercer lugar más sagrado del Islam y se hace referencia a ella en la Sura 17 del Corán: el viaje nocturno del profeta Mahoma. Estos lugares sagrados marcan el lugar exacto donde la tradición dice que el Profeta ascendió al cielo. Al-Aqsa también se conoce como Haram al-Sharif o “el Noble Santuario”, que refleja la misma designación para la mezquita que rodea la Qa’aba en La Meca, el lugar más sagrado del Islam.

Cualquier infracción o intento de dañar Al-Aqsa o el santuario adyacente, conocido como la Cúpula de la Roca, podría provocar una respuesta de aproximadamente 2 mil millones de musulmanes en todo el mundo.

En la cobertura mediática occidental, en su mayoría aséptica, de la crisis en la Franja de Gaza, pasó desapercibida la alarma que hizo sonar el misterioso portavoz de Hamás, Abu Ubaida (foto), en el día 100 del genocidio de Israel (14 de enero de 2024). Abu Ubaida hizo sonar una alarma alertando al mundo islámico y a cualquiera que escuchara que Israel recientemente trajo cierta raza de vacas a un asentamiento en Cisjordania. Lo que a algunos les pareció un comentario irrelevante o extraño fue una seria advertencia a los líderes musulmanes de que estaba en marcha un siniestro complot.

Israel había modificado recientemente sus normas que prohibían la entrada de ganado al país y había permitido que cinco novillas rojas fueran trasladadas de un rancho cristiano sionista en Texas a un asentamiento ilegal en Cisjordania . Durante las últimas tres décadas, varios ganaderos cristianos sionistas en los Estados Unidos estuvieron tratando de criar una novilla roja 100% pura que, según un antiguo y oscuro proceso de limpieza sacerdotal registrado en el libro de Números (capítulo 19), con comentarios del sabio judío Maimónides, podría comenzar varios rituales que conducen a sacrificios de animales en un Tercer Templo reconstruido.

Sin embargo, era casi imposible encontrar una novilla roja pura antes de poder realizar el ritual de limpieza necesario en el resucitado Tercer Templo.

Varias organizaciones sionistas israelíes ultraortodoxas y grupos sionistas cristianos en todo el mundo han estado haciendo campaña por el Tercer Templo y el control de lo que llaman el Monte del Templo. El acontecimiento que estimuló la especulación sobre el Tercer Templo fue la captura por parte de Israel de la Jerusalén oriental árabe en junio de 1967, que fue rápidamente anexada por Israel. Tanto los extremistas religiosos cristianos como los judíos interpretaron la victoria de Israel como el comienzo de una nueva era mesiánica y la cuenta atrás para los últimos días de la historia que culminarían con la primera o segunda venida del Mesías dependiendo de su preferencia religiosa.

Tanto los judíos ultraortodoxos como los cristianos sionistas fundamentalistas coincidieron en que la construcción del Tercer Templo judío es una etapa clave de la Era Mesiánica. Sólo dos obstáculos se interpusieron en su camino. Primero fue localizar una novilla alazana que fuera completamente pura y que nunca hubiera sido uncida, como se prescribe en Números 19:1-3. Con el advenimiento de la ciencia moderna y la manipulación genética, varios ganaderos cristianos sionistas de los Estados Unidos se embarcaron en la tarea de producir una novilla roja pura. A lo largo de los años, ha habido varios éxitos cercanos pero en todos los casos un pelo blanco o negro descalificó al casi sagrado bovino.

 

Sin embargo, el segundo obstáculo importante sigue siendo algo desalentador. No es otro que la Mezquita de Al-Aqsa y la Cúpula de la Roca. Desde finales de la década de 1960 ha habido una serie de intentos violentos por parte de extremistas judíos y cristianos sionistas de volar los sitios musulmanes. Un intento memorable ocurrió el 10 de marzo de 1982, cuando 45 extremistas religiosos ultraortodoxos, conocidos como el grupo Lifta, escalaron el muro del Haram al-Sharif armados con explosivos. Un guardia musulmán avisó a la policía, que llegó rápidamente y arrestó a los perpetradores. En aquel momento, el gobierno israelí estaba comprometido a defender la santidad de los lugares musulmanes y honraba lo que se conocía como el status quo religioso en Jerusalén.

Tres semanas después de la operación Lifta apareció un anuncio de un cuarto de página en el Jerusalem Post exigiendo la liberación de los 45 extremistas, llamándolos “hijos sinceros y fieles de Israel”. El anuncio fue colocado por el “Comité de Evangélicos Preocupados por la Libertad de Culto en el Monte del Templo”, con sede en Estados Unidos. Los tres copresidentes del Comité fueron el rico magnate petrolero Terry Risenhoover, con sede en Oklahoma, el empresario de California Doug Krieger y el clérigo de Houston, el reverendo Ken Loach. Lo que los tres tenían en común era la creencia sionista cristiana extrema de que el Tercer Templo debía construirse para acelerar la Batalla de Armagedón, el Rapto y el regreso de Jesús. Aumentaron los honorarios legales y, al cabo de un año, los militantes atacantes fueron liberados de prisión con penas mínimas. Los costosos honorarios legales y otros gastos fueron recaudados por un fondo de los evangélicos al que se concedió una exención del pago de impuestos 501**.

La mayoría de los judíos militantes en la operación Lifta eran discípulos del rabino Meir Kahane, cuyo movimiento Kach (“Así”) fue declarado organización terrorista en Estados Unidos y más tarde en Israel. Antes de que Israel prohibiera la organización Kach, Kahane tenía un pequeño pero potente grupo de seguidores en varios asentamientos militantes como Kiryat Arba, adyacente a Hebrón. El periodista israelí Gershom Gorenberg describió la plataforma del partido Kach como que incluye “hacer de las relaciones sexuales entre un judío y un árabe (palestino) un delito capital; El objetivo final del partido era la expulsión de todos los árabes (palestinos) de Israel y del territorio ocupado”. El pequeño grupo de seguidores agresivos de Kahane salpicó Jerusalén con carteles exigiendo que Israel “borrara las mezquitas del Monte del Templo”. Hoy en día, los sitios web sionistas judíos y cristianos ofrecen carteles del Haram al-Sharif o Monte del Templo con el Tercer Templo insertado en lugar de Al-Aqsa y la Cúpula de la Roca.***

Puede que Kahane (foto) ya no esté, pero sus opiniones racistas están resurgiendo no sólo en Kiryat Arba sino en todos los asentamientos de Cisjordania, Jerusalén e Israel, incluidos varios miembros del gabinete de Netanyahu. Entre ellos se incluyen el ministro de Finanzas, Bezalel Smoltrich, el ministro de Seguridad, Itamar Ben-Gvir, el presidente de Seguridad Nacional de la Knesset, Zikva Fogel, la ministra de la Condición de la Mujer, Mai Golan, y Zvi Sukkot, presidenta del Partido del Poder Judío de Ben-Gvir, por solo mencionar algunos. Todos discípulos abiertos de Kahane que apoyan la limpieza étnica de palestinos y la destrucción de la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa. No es de extrañar que los militantes judíos extremistas hayan obtenido más privilegios para “rezar” cerca de Al-Aqsa o interrumpir las oraciones islámicas y, en ocasiones, obtener acceso a la mezquita. El gobierno de Netanyahu ha popularizado las opiniones racistas de Kahane más que en cualquier otro momento de la historia reciente, planteando la posibilidad de apoyo político israelí y de convertir en un arma un ataque contra los lugares sagrados musulmanes. La llegada de la preciada novilla colorada podría ser el primer paso hacia esa aterradora realidad.

También existe la preocupación de que estas opiniones estén influyendo en un segmento más amplio de israelíes, incluidos los judíos seculares. Según una encuesta de Ha’aretz de hace diez años, el 43% de los judíos religiosos y un sorprendente 31% de los israelíes laicos apoyaban la eliminación de los santuarios musulmanes. Hoy en día, se estima que más del 70% de los judíos religiosos apoyan un templo que reemplace los sitios musulmanes, mientras que entre el 40 y el 50% de los israelíes seculares apoyan el proyecto.

Tomemos como ejemplo a Beth Kronfeld, una judía estadounidense laica que fundó la organización “High on Har” que ofrece recorridos por Haram al-Sharif para promover la construcción del Tercer Templo. Recientemente, Kromfield dijo a CBS-TV: “Es muy importante que los judíos regresen y reconstruyan el templo. No se trata de quitarles nada a nuestros hermanos y hermanas musulmanes… Se trata de preservar este lugar y ser guardianes de la casa de Dios para todas las personas”. Aparentemente, Beth es ignorante o simplemente no le importa el impacto violento y sacrílego que tal acto tendrá sobre todos los palestinos y el mundo musulmán.

La petición Sabeel es un llamado urgente a las personas de todas las creencias religiosas y de ninguna fe en particular que se oponen a este peligroso complot que convierte las falsas creencias religiosas en un arma y las convierte en una pesadilla política.

Es motivo de gran preocupación el creciente apoyo político que estas opiniones tienen no sólo en el gobierno de Netanyahu sino también entre los miembros republicanos del Congreso de Estados Unidos. Recientemente, un líder del movimiento del Tercer Templo, Yishak Mamo ,de Uvne Jerusalem, se dirigió a la Reunión Nacional para la Oración y el Arrepentimiento, convocada por el Presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Mike Johnson, en el Museo de la Biblia en Washington, DC. CBS-TV describió la reunión como un “quién es quién” entre los sionistas cristianos fundamentalistas, incluidos los miembros republicanos del Congreso. Mamo explicó los logros prácticos del proyecto y presentó a Byron Stinson, el ganadero de Texas que ayudó a criar las novillas rojas. Stinson dijo a la audiencia que la construcción del Tercer Templo marcaría el comienzo de la Batalla de Armagedón y la segunda venida de Jesús.

 

Como Milei, Stinson es un cristiano fanático de la clonación y que desea ser judío.

 

Si hay alguna esperanza después del intento de Israel de borrar por completo las vidas, la historia y la presencia palestinas en la Franja de Gaza, es cómo el feo lado oscuro del sionismo que gobierna Israel hoy ha sido expuesto como un régimen que está perpetrando nada menos que un genocidio en toda regla de la población palestina en la Franja de Gaza. La solución a largo plazo y quizás la única esperanza de seguridad para palestinos e israelíes es la descolonización de Palestina y la demonización de Israel. Es una tarea difícil, pero el proceso ya está en marcha.

Pero toda esperanza se desvanecerá si el gobierno de Netanyahu o incluso un grupo post-Netanyahu de fanáticos sionistas cristianos y judíos intentan destruir Harm-al Sharif. La remoción de la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa para preparar el camino para un Tercer Templo judío desatará ciclos inimaginables de violencia y represión y debe evitarse a toda costa.