En plena pandemia, un magnate qatarí continúa con las obras de infraestructura en alta montaña
Los capitales qataríes hacen multimillonarias operaciones en plena crisis mundial por el Covid-19. Abdulhadi Mana Al-Hajri, hermano de la segunda esposa del emir de Qatar, que compró tierras en Río Negro hace tres años, acaba de sacudir el mercado inmobiliario comprando el hotel Ritz de Londres por la cifra más alta de la historia de las operaciones del rubro. Al mismo tiempo, sin que les importasen las restricciones decretadas por el gobierno nacional, los personeros de otro magnate árabe, Matar Suhail Al Ybhouni Aldhaheri, continúan con las obras de infraestructura en alta montaña y con la persecución a la comunidad mapuche que ocupa tradicionalmente la zona del río Alto Chubut.
Mientras el país debate un impuesto excepcional a las grandes fortunas y se hacen donaciones para comprar insumos para la salud en crisis, el gobierno de Río Negro sostiene una política tributaria en favor de los más poderosos capitales trasnacionales que operan en la región. No obliga a declarar las mejoras realizadas en las tierras rurales y mantiene impuestos inmobiliarios de valores irrisorios, según los valores oficiales fijados por la Agencia de Recaudación Tributaria (ART) que cotejamos al 30 de abril inclusive para este informe.
Por su parte y a su modo, el Poder Judicial acompaña el avance del despojo al no investigar la denuncia penal por el ataque a un puesto de veranada de la comunidad Kom Kiñé Mu (KKM) perpetrado en noviembre pasado. Mientras la justicia ordinaria no actúa, en marzo y en plena emergencia nacional por el Covid-19, los administradores de las empresas de Matar Suhail Al Ybhouni Aldhaheri empezaron a alambrar las tierras altas de la comunidad mapuche donde están con un arreo de vacas, en abierta violación a una medida de no innovar dispuesta por una Cámara Civil de Bariloche hace tres años.
A partir de 2017 se formalizaron los dos movimientos económicos con capitales del emirato de Qatar, los que operan a través de distintas sociedades y representantes en Argentina, pero con movimientos concurrentes en el territorio. La vida pública y las operaciones internacionales de los inversores cuyos nombres constan en la documentación disponible nos permiten asegurar que realizan un mismo despliegue con fondos públicos que conduce el emir de Qatar, Sheik Tamin bin Hamad Al Thani. En 2010, un funcionario público de ese país anunció en una entrevista con la agencia Reuters que mantenía conversaciones preliminares con los gobiernos de Argentina y Ucrania para comprar tierras agrícolas con inversiones estimadas en más de 100 millones de dólares cada uno.
El acuerdo que en abril de 2018 firmaron Argentina y Qatar para evitar la doble imposición y prevenir la evasión fiscal en materia de impuesto sobre la renta y sobre el patrimonio fue uno de los máximos momentos de gloria del ex tenista Gastón Gaudio en su versión lobbysta. En la frontera interna, la luz roja quedó encendida desde la visita a Bariloche en 2016.
Cambio de corona
El centenario hotel Ritz de Londres pasó a manos de Abdulhadi Mana Al-Hajri el mes pasado por 800 millones de libras (917 millones de euros), lo que lo convierte en el hotel más caro del mundo y en la operación inmobiliaria más grande en tiempos del coronavirus. Informaron que se mantendrán todos los puestos de trabajo, los salarios de la planta y volverá a abrir sus puertas cuando las autoridades británicas lo autoricen.
En Argentina, a través de Gaudio formó Baguales Acquisitions SA en 2017, con la que compró dos campos por casi diez mil hectáreas al grupo belga Burco por la vía de adquirir Río Villegas SA. En 2018 ingresaron Gaudio y socios al directorio, mutaron la sociedad anónima a una sociedad anónima unipersonal (SAU) y ampliaron el objeto social de la firma a actividades agrícolas. Al mismo tiempo, por las mismas fechas, el ministerio del Interior aprobó transferencias rurales en la Zona de Seguridad de Frontera para este grupo: 10.000 hectáreas en el departamento Bariloche para Río Villegas SA en octubre de 2017 y otras 4.500 hectáreas a Baguales Acquisitions SA en junio de 2018, que fueron a las mismas manos aunque por expediente separados.
Una de las fracciones de casi 5.600 hectáreas fue valuada este año por la provincia en seis millones y medio de pesos el valor de la tierra y menos de $ 4.200.000 el valor de las mejoras de la infraestructura realizada. Del grupo de propiedades qataríes es la que más paga en concepto de Impuesto Inmobiliario rural con un promedio de ocho (8) pesos por hectárea al año. La parcela vecina, también de Baguales Acquisitions SA, no declaró nada de mejoras en estos años y paga al fisco rionegrino un promedio de cuatro (4) pesos por hectárea al año.
Puente aéreo
Diuna Inmobiliaria SA, Manzil SA y Estancia María SA son algunas de las firmas con que Matar Suhail Al Ybhouni Aldhaheri controlan y operan unas veinte mil hectáreas en los parajes El Foyel y El Manso, al sur del límite del Parque Nacional Nahuel Huapi, Bariloche y El Bolsón. Hugo Alberto Barabucci, criador de caballos de polo de Santa Fe, es el operador local, como consta en la documentación recabada por el Consejo Asesor Indígena (CAI), organización de base del pueblo mapuche que acompaña a la KKM en la defensa política y jurídica del territorio. Esta etapa del conflicto comenzó, tal vez, en 1997 cuando aterrizó el helicóptero de Joseph Lewis en una pampita junto a la ruka de Irma Cayunao, junto al río Alto Chubut, con personeros que le ofrecían comprar el campo.
Irma fue la primera en ver y denunciar el inicio de la alambrada olímpica para el coto de caza, que en ese momento era del empresario de la energía Marcos Marcelo Mindlin. Daniel Benavídez Cayunao, hijo de Irma, es uno de los veranadores que esta temporada sufrieron la patota a cargo del encargado Andrés “Cané” Saint Antonin y constataron la reanudación ilegal de obras en las tierras altas. Hierros acumulados en lugares sin picadas para vehículos, ni huellas visibles, indican que el transporte de materiales se hizo por aire, en helicópteros que operan desde el helipuerto desde el country Arelauquén o el aeropuerto de Bariloche.
Barabuchi compró a Mindlin tres fracciones inscriptas a su nombre en el Registro de la Propiedad Inmueble en abril de 2017 que suman poco más de 19.000 hectáreas. Una de ellas, la más grande de poco menos de 15.000 hectáreas está en conflicto con la KKM. Aunque no cuenta con el título de propiedad comunitaria, tiene el reconocimiento judicial de su ocupación tradicional de unas 30.000 hectáreas por el fallo del juez Emilio Riat de 2004, que quedó firme.
La operación fue por un total de 2.050.165 dólares transferidos de una cuenta de un banco en Dubai a otra en Nueva York. La fracción más grande incluye el Cañadón del Diablo, allí se inició una obra hidroeléctrica y se emplazó un gigantesco coto de caza. Miguel Guajardo, ex intendente de El Maitén (Chubut), vendió a Mindlin esa tierra en 2009 por 400.000 dólares. Al momento de la operación con el magnate árabe la valuación fiscal era de poco menos de seis millones de pesos.
Otra de las fracciones es un verdadero paraíso fiscal, la que contiene tres mansiones de piedra y blindex junto a la curva del río Del Diablo. En 2017 esas 3.765 hectáreas estaban valuadas en $ 1.800.000 pesos; hoy en casi cuatro millones. No tiene ninguna mejora declarada. Paga a razón de 1,3 pesos por hectárea al año, según los registros públicos de la ART de RN.
Estado y mercado
El fortalecimiento de estos capitales en Río Negro, en sus sucesivas etapas, es fruto de la decisión y capacidad que tuvieron las elites locales para jugar sus fichas en las reglas del neoliberalismo, desde dentro de los gobiernos provinciales y con el control de los dispositivos del Estado. En Argentina las provincias comenzaron a actuar internacionalmente en los años ’80, cuando la Constitución Nacional no se lo permitía expresamente. Lo que aportó la reforma del ’94 fue un marco legal para que las provincias pudieron basar la legitimidad de sus acciones, indican autores que investigan el sistema federal. De todos modos, los gobiernos nacionales fijan la agenda ante los intereses globales.
Los proyectos propios del capital a mediano y largo plazos se ven con claridad, especialmente en cuarentena.
(Javier Grosso realizó la cartografía para este informe.)
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