Revolución es hacer cada día de nuestro pequeño espacio, un lugar digno de habitar
"La Maldita Máquina de Matar" Pinchevsky/ Medina

domingo, junio 21, 2020

Cristo Vence

Algunos comentarios sobre un documental ineludible

Veo el documental sobre el bombardeo de Plaza de Mayo que está emitiendo la TV pública. Dos defectos que se pueden mejorar, de menor a mayor: 1) Hacen falta aclaraciones (letreros, videograph) acerca de quienes son los que hablan (y algunas aclaraciones ¿que joven sabe quien fue Di Pietro?); 2) No es verdad que los aviones de la Marina (de los que casi no hay imágenes) llevaran pintada una cruz encima de una «V» (Cristo Vence»),  tampoco los de la Fuerza Aérea; los primeros porque eran básicamente masones, los segundos porque despegaron como leales y literalmente se dieron vuelta en el aire. (Me pregunto si hago bien en insistir en este punto: el falso hecho de que los aviones que bombardearon la Plaza y otros lugares ¿por qué no mencionar las bombas contra la residencia presidencial, la CGT y el Departamento de Policía? llevara esas pintadas es aún más arraigado que el también falso de que una de las bombas impactó en un ómnibus que paseaba por la capital a estudiantes de una escuela primaria del norte; me pregunto si es posible luchar contra los mitos urbanos y convencer a alguien de que ni Juan Duarte, ni  Carlitos Menem, ni Alfredo Yabrán ni Natalio Alberto Nisman fueron asesinados, y de que no hay pruebas de que Hitler se haya suicidado en Berlín sin parecer, como dice el tango «un disfrazao sin carnaval»).Imagen




Las cruces «Cristo vence» se pintaron para el 16 de septiembre, tres meses después. Se extraña algún testimonio de los aviadores asesinos del 16 de junio (el pez por la boca muere).
Se extraña un abordaje más jugado del crucial conflicto con la iglesia católica (por entonces los charlatanes brasileños no existían). Ambos bandos hemos aprendido, sobre todo los buenos cristianos y los buenos comunistas (los primeros arrepentidos) y nosotros, los peronistas, de lo inutil de zaherir los sentimientos y las arraigadas convicciones conservadoras de parte de la grey católica. ¡Tenemos la enorme suerte de tener un Papa peronista! Lo que implica que el padre Hernán Benítez, amigo y confesor de Evita, haya triunfado póstumamente tras haber profetizado que muchos de los hijos de los asesinos del 15.04.53, 16.06.55, 16-20.09.55 y 9-12.06.56, horrorizados, se volverían peronistas. Pero esto no hace que el Papa (al final y al cabo, el CEO de la transnacional mas antigua) sea nuestro jefe, sino un aliado muy importante. Nuestra jefatura debe ser necesariamente nacional… Y lo es.
Una última critica: me jode que se ignore olímpicamente la investigación oficial de Estado Argentino a través del Archivo Nacional de la Memoria (ANM, encabezado por Ramón Torres Molina), investigación en la que participé y que arrojó como saldo el de 308 muertos (y mas de mil heridos).
Arraigado. Que los aviones de la Armada llevaban consigo el signo de «Cristo vence» es un mito muy arraigado, acaso con «justicia poética».
Dicho todo esto, este documental tiene un tratamiento cinematográfico excepcional y -con las debidas, mínimas correcciones- debería ser de visión obligatoria, con el auspicio de todos los organismos de Derechos Humanos- en todos los colegios secundarios.
Tengo para mi (que vivía cerca de la plaza bombardeada y tuve un familiar muy cercano -y querido- entre los sediciosos de la Armada) que ese bombardeo (en realidad fueron tres, y no conozco otros donde una fuerza armada nacional atacara a su propio pueblo: en Guernica los que bombardearon a los vascos fueron alemanes e italianos) dejó una marca indeleble.
De la misma manera que el hecho de que en 1954 el triunfo del contralmirante Tessaire*, apoyado por Perón, duplicara los votos del candidato opositor (el radical Crisólogo Larralde) en las elecciones para cubrir la vicepresidencia vacante desde el fallecimiento de Hortensio Quijano, hecho que decidió a los contreras armados (todavía no se había popularizado el epíteto «gorilas») a derrocar a Perón a sangre y fuego, ese bombardeo, ratificado por la treintena de fusilamientos al margen de las leyes de junio de 1956, y la instauración de una dictadura con pretensiones de quedarse (la del general Onganía, en 1966), nos tatuó en el alma (la letra con sangre entra) que no había ningún otro camino que empuñar las armas.
Más allá de otras polémicas, sin esta decisión de un importante porcentaje de toda una generación, Perón no hubiera podido regresar a la patria, y el kirchnerismo, ese movimiento regeneracionista, no hubiera existido.
En síntesis: Ojalá una versión un poquito más pulida es este film (no me molestarían unas palabras de Francisco) pueda verse en todas las escuelas secundarias del país.

NOTA:

*) Teissare, un maringote masón (sin demonizar a los masones) no tenía en su mochila más que el favor de Perón. El muy miserable, tras el derrocamiento del general, trató de congraciarse con los golpistas calumniando al ya para entonces «tirano prófugo», lo que le valió que la resistencia peronista le pusiera como irónico apodo el lema que distinguía al querido Antonio Tormo: «El cantor de las cosas  nuestras». Todo esto viene a cuento de que el candidato de Perón, por malo que fuera, duplicara los votos del candidato de la oposición, le dejó claro a ésta que jamás vencería a Perón en elecciones libres. Y, por lo tanto…

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