Revolución es hacer cada día de nuestro pequeño espacio, un lugar digno de habitar
"La Maldita Máquina de Matar" Pinchevsky/ Medina

domingo, julio 12, 2020

El oro y el barro



 Están allí, tomando banderas que desempolvan para repartir miserias. Gritan contra todo, son los antis, los hijos directos de los que destrozaron la casa de Yrigoyen, los que vitorearon al cáncer, los que fusilaron a Valle, los que piensan que “algo habrán hecho”. Son ellos. Los odiadores, los que impunemente piensan llevarse por delante el sacrificio de todo un pueblo en medio de la pandemia, sabiendo que sus oros muchas veces les dará las oportunidades que le serán negadas a aquellos que andamos en el barro.
Nuevamente están allí, tomando banderas que solo desempolvan al momento de repartir sus miserias o ante un evento deportivo. Gritan contra todo, se oponen, son los antis, los hijos directos de los que destrozaron la casa de Yrigoyen, los que vitorearon al cáncer, los que fusilaron a Valle, los que piensan que “algo habrán hecho”. Son ellos. Los odiadores, los que impunemente piensan llevarse por delante el sacrificio de todo un pueblo en medio de la pandemia, sabiendo que sus oros muchas veces les dará las oportunidades que le serán negadas a aquellos que andamos en el barro.
Allí van, llevándose todo por delante, ante la mirada complaciente y sonriente de quienes ni siquiera les asiste el coraje y abren las tranqueras para que las hordas tomen el lugar que su cobardía no les permite, y los ven desfilar con sus oropeles relucientes, sin observar que sus pies pisan barro, que esos oros que lo encandilan nunca caerán de sus carromatos, pero es tanta su fascinación que ven un camino de oro, allí donde solo hay lodo.
Mientras tanto, aquí abajo, en el barro, en este frío de invierno, el calor se comparte, el pan se va empequeñeciendo mientras pasa de mano en mano. Aquí, donde el oro nunca ha de llegar, el barro se seca y nos brinda caminos, el polvo se deposita y se hace tierra, la Pacha mama que nos brindará sus frutos. Pero ellos nunca lo entenderán, ni sabrán que significan estas miradas, creerán que sus riquezas le darán la vida eterna, pero al final, tarde o temprano, el hombre, que nació siendo polvo, volverá para ser, tan solo; tierra.
En La Plata, un nueve de julio de 2020, cuando al odio, una vez más se le abrió la tranquera.
Foto Página12.com.ar

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